Una ordenanza busca restringir la movilidad de adolescentes por la noche en distritos específicos de Chicago, pero enfrenta el veto del alcalde Johnson.
En un intento por controlar reuniones masivas de adolescentes en áreas públicas, el Concejo Municipal de Chicago aprobó una ordenanza que propone establecer un toque de queda para menores de edad en distritos clave de la ciudad. La medida, que busca prevenir disturbios como los recientes “teens takeovers”, fue avalada por 27 votos a favor y 22 en contra.
Sin embargo, no cuenta con el respaldo del alcalde Brandon Johnson, quien ya anunció que ejercerá su derecho al veto. “Voy a vetar esta ordenanza”, declaró Johnson, argumentando que imponer restricciones nocturnas contradice los esfuerzos actuales para reducir el crimen con enfoque social. En su lugar, aboga por invertir en programas juveniles después del horario escolar y fomentar espacios seguros. Por su parte, el concejal Brian Hopkins, principal impulsor de la iniciativa, considera que “la medida es necesaria para evitar aglomeraciones peligrosas que afectan la vida urbana”.
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¿Qué implicaría el toque de queda y dónde se aplicaría?
De ser aprobada, la normativa establecería que los menores de 18 años no podrán circular sin compañía de un adulto mayor de 21 años después de las 10:00 p.m. en zonas como Loop, Streeterville, River North, South Loop y West Loop. El jefe de policía, Larry Snelling, tendría la facultad de imponer el toque de queda cuando se detecten concentraciones juveniles no autorizadas.
La implementación incluiría una advertencia verbal al menos 30 minutos antes de que entre en vigor y no contempla detenciones, ni registros o fichajes. A pesar de estas condiciones, jóvenes activistas se han manifestado en contra, señalando que “podría criminalizar la mera presencia de adolescentes en espacios públicos”. Con el veto del alcalde confirmado, los concejales deberán reunir al menos 34 votos para anularlo. El debate sigue abierto.