Salt Bae enfrenta un duro revés en Nueva York tras el cierre de su hamburguesería. Ahora, el chef turco reconsidera su estrategia para triunfar en EE.UU.
La aventura de Nusret Gökçe, mejor conocido como Salt Bae, en el competitivo mercado gastronómico de Nueva York terminó en silencio. Su restaurante Salt Bae Burger, inaugurado en febrero de 2020 en plena Park Avenue, cerró tres años después, sin aviso oficial y tras una lluvia de críticas por parte de medios y comensales.
El concepto, que incluía hamburguesas de U$D 100 con pan dorado, malteadas de casi el mismo precio y menús diferenciados por género, no fue bien recibido en una ciudad donde el paladar exige más que espectáculo. “Es un insulto a nuestra ciudad”, escribió un crítico del portal Gothamist, que calificó al lugar como “la peor hamburguesa de Nueva York”.
Aunque la hamburguesería fracasó, Salt Bae mantiene operaciones en Estados Unidos con locales en Miami y Midtown Manhattan. Sin embargo, la recepción ha sido mixta y su modelo sigue dividiendo opiniones. El chef turco aún considera al mercado estadounidense clave dentro de su cadena internacional Nusr-Et.
Te recomendamos
Salt Bae tropieza en Nueva York y reevalúa su estrategia en EE.UU.
El cierre de Salt Bae Burger en Nueva York confirma que la viralidad no siempre se traduce en éxito comercial, especialmente en un mercado tan exigente como el neoyorquino. La propuesta del chef turco Nusret Gökçe, basada en lujos excéntricos y fórmulas que funcionaron en otros países, no logró conectar con el gusto local.
Un portavoz del grupo Nusr-Et fue claro: “Probaron algunos mercados. Algunos funcionaron, mientras que otros no”, declaró a medios locales tras el cierre del local ubicado en Park Avenue. Inaugurado en febrero de 2020, el restaurante prometía glamour y espectáculo, pero acabó siendo blanco de críticas por sus precios excesivos y menú desigual.
Este nuevo revés obliga a Salt Bae a replantear su presencia en Estados Unidos, donde aún opera en Miami y Midtown Manhattan. Aunque la marca conserva proyección internacional, la experiencia neoyorquina deja en evidencia que en ciudades como Nueva York, la fama digital no basta: el contenido del plato sigue siendo el verdadero juez.
Video recomendado
Comparte esta noticia