Agentes migratorios irrumpen sin orden en restaurantes, carnicerías y clubes del sur de Texas. La comunidad vive con miedo y los negocios enfrentan graves pérdidas por falta de personal.
En el sur de Texas, la tensión crece tras una nueva ola de redadas migratorias. Agentes de ICE y otras agencias federales han irrumpido sin previo aviso en restaurantes, carnicerías e incluso clubes de nudistas, causando pánico entre empleados y propietarios.
¿Por qué las redadas migratorias en Texas están dejando vacíos los negocios?
En Harlingen, Sheila relata cómo los agentes llegaron de golpe al restaurante de su madre. “No pidieron permiso, simplemente entraron. Cuando quisimos hacer algo, ya estaban adentro”, dice. En cuestión de minutos, su madre, su padrastro, su hermana y dos amigas fueron detenidos.
En San Benito, otro caso generó indignación: “Dijeron que traían una orden por una persona, pero no era cierto. No traían nada, igual entraron”, denunció un testigo. La incertidumbre crece mientras los negocios intentan sobrevivir como pueden. Algunos, como el restaurante de Sheila, han optado por operar solo con servicio para llevar.
Pero la falta de empleados agrava la crisis. “Desde las 7 de la mañana solo hemos vendido 100 dólares”, comenta un encargado. Uno de los meseros arrestados fue deportado a México en pocas horas, desde donde envió un mensaje claro: “Si puedes sobrevivir sin ir a trabajar, es recomendable”.
Más allá del impacto humano, expertos alertan sobre las consecuencias económicas. “Sin esa mano de obra, muchas ciudades podrían paralizarse”, advierten.
En San Benito, y en muchas otras localidades del sur de Texas, el miedo se ha vuelto parte del menú diario.
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