Una nueva medida de Donald Trump podría dejar sin permiso de trabajo a ciertos inmigrantes. Descubre quiénes serían afectados en Estados Unidos en la siguiente nota.
Con el debate migratorio más activo que nunca, la administración del presidente Donald Trump vuelve a poner sobre la mesa una propuesta que ha encendido las alarmas entre miles de personas que viven, trabajan y esperan una oportunidad en Estados Unidos. Se trata de una nueva medida que, de avanzar, podría cambiar de forma drástica las reglas del juego para muchos inmigrantes que cuentan con un permiso de empleo en el país.
Aunque la medida aún no se ha hecho oficial en Estados Unidos, ya ha generado un amplio rechazo por parte de organizaciones de derechos humanos y defensores de la comunidad inmigrante. Y no es para menos: lo que está en juego no solo es la posibilidad de trabajar, sino también la estabilidad, la dignidad y el bienestar de quienes construyen una nueva vida en el país mientras aguardan una decisión sobre su situación legal.
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Donald Trump busca suspender estos permisos de trabajo
El gobierno de Trump vuelve a estar en el centro del debate migratorio con una nueva propuesta que ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos. Esta vez, el enfoque está en los inmigrantes que solicitan asilo en Estados Unidos, ya que se estaría considerando una medida que les impediría trabajar legalmente mientras esperan respuesta a sus casos. Aunque la iniciativa aún no es oficial, ya ha provocado reacciones de todo tipo en la comunidad.
La medida, impulsada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (Uscis), pondría en pausa indefinida una práctica que lleva décadas en vigor: permitir que quienes piden asilo puedan solicitar un permiso de trabajo si su caso no ha sido resuelto después de 180 días. Según fuentes del Departamento de Seguridad Nacional citadas por CBS News, esta política sería eliminada temporalmente hasta que se agilicen los tiempos de resolución de casos.
Bajo las reglas actuales, vigentes desde los años 80, muchos inmigrantes pueden sostenerse a sí mismos mientras esperan una respuesta del gobierno. Pero con el cambio, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración dejaría de emitir nuevos permisos de trabajo a solicitantes de asilo, al menos hasta que se garantice que todos los casos se procesen en un máximo de 180 días. La decisión pondría en una situación vulnerable a miles de familias que dependen de esos ingresos.
La propuesta también afectaría a personas que ya están en procesos de deportación y que esperan una resolución de su caso frente a los tribunales de inmigración. Aunque no se ha anunciado una fecha oficial para implementar esta medida en Estados Unidos, ni si habrá modificaciones antes de que entre en vigor, lo cierto es que la comunidad inmigrante se mantiene atenta ante un posible cambio que podría alterar de forma drástica sus planes y su estabilidad en el país.
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