A partir de julio, una nueva ley cambiará las reglas para millones de residentes en Estados Unidos. ¿De qué servicio se trata y cómo podría afectar a las personas?
Los cambios en las leyes locales a veces llegan sin mucho aviso, pero con un impacto directo en el bolsillo de los residentes. Este es uno de esos casos. A partir de julio, quienes viven en una conocida ciudad de California deberán comenzar a pagar por un servicio que, hasta ahora, estaba incluido sin costo adicional. La medida ya generó reacciones encontradas y muchas personas se están preparando para enfrentar este nuevo gasto mensual.
Si bien el ajuste busca responder a necesidades presupuestarias y mejorar la calidad del servicio, para muchas familias representa un golpe inesperado. Algunos sectores, especialmente los adultos mayores y personas con ingresos fijos, ya expresaron su preocupación por cómo afectará sus finanzas. ¿De qué se trata exactamente este nuevo cobro y por qué ha causado tanto revuelo? A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber.
Te recomendamos
Residentes en USA deberán pagar por este servicio desde julio
A partir del 1 de julio, una nueva ley entrará en vigor en San Diego, California, y afectará directamente a los propietarios de viviendas unifamiliares. Por primera vez en la historia reciente de la ciudad, se impondrá una tarifa obligatoria por el servicio de recolección de basura, algo que hasta ahora se ofrecía sin costo adicional. Esta medida ha generado un amplio debate entre los residentes, sobre todo entre aquellos con ingresos fijos o limitados.
Según informó el medio The Sun, el nuevo cobro será de U$D 523 anuales, sin importar cuánta basura produzca cada hogar. Esto equivale a una tarifa mensual de U$D 43.60 por el uso de los contenedores de residuos, reciclaje y materiales orgánicos. Para muchos, este cambio representa un golpe al bolsillo, ya que nunca antes habían tenido que incluir este gasto en su presupuesto doméstico.
El plan contempla la entrega de tres contenedores de 95 galones a cada residencia: uno para basura común, otro para reciclables y un tercero para residuos orgánicos, como restos de comida. Las autoridades locales explicaron que, aunque el pago será obligatorio para los tres recipientes, los residentes podrán optar por un plan diferente una vez que la medida entre en vigor.
A pesar de las protestas y la inconformidad de una parte de la población, el gobierno municipal defiende la nueva tarifa como una forma de cubrir costos crecientes y mejorar el servicio. No obstante, la noticia no ha caído bien en muchos sectores de San Diego, especialmente entre adultos mayores y familias que generan muy pocos residuos. Lo cierto es que, a partir de julio, todos deberán ajustar sus finanzas para asumir este nuevo cargo.
Video recomendado
Comparte esta noticia