Un informe del American Immigration Council (AIC) revela que las deportaciones masivas propuestas por Donald Trump tendrían un impacto devastador tanto en la economía de EE.UU. como en su sistema de justicia y seguridad.
Donald Trump ha reiterado, durante su campaña electoral, la promesa de llevar a cabo la mayor operación de deportaciones de la historia de Estados Unidos. Este plan incluiría tanto a inmigrantes indocumentados como a aquellos con protecciones temporales.
En un mitin en Colorado, Trump afirmó que invocaría una ley de 1798 para expulsar a personas de países que “invadieron” EE.UU., alegando que detendría la supuesta invasión migratoria. El plan no es nuevo, pero según el AIC, esta vez se trata de una amenaza más concreta, con el respaldo de figuras influyentes del Partido Republicano.
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Impacto económico y operativo del plan
El informe de 54 páginas, titulado "Deportación Masiva: costos devastadores para Estados Unidos, su presupuesto y su economía", estima que una operación de deportaciones masivas tendría un costo de al menos 315 mil millones de dólares. Este monto, calificado como "conservador", no toma en cuenta los gastos a largo plazo asociados con la construcción de centros de detención, la expansión de la capacidad institucional ni la contratación de miles de nuevos agentes.
El estudio también advierte que las deportaciones afectarían a más de 13 millones de inmigrantes, lo que requeriría un aumento sin precedentes en la infraestructura del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), incluyendo 24 veces más capacidad de detención y la creación de mil nuevas salas de tribunales de inmigración.
¿Qué se podría hacer con ese dinero?
Para dimensionar los costos, el AIC compara que el presupuesto necesario para deportar a 13 millones de personas en 10 años podría financiar 40 450 nuevas escuelas primarias, 2.9 millones de viviendas, mejorando significativamente la infraestructura educativa y de vivienda. Además, podrían financiarse programas como Head Start por casi 79 años, o cubrir los costos universitarios de millones de estudiantes en universidades públicas y privadas, reduciendo la deuda estudiantil y aumentando las oportunidades de educación superior.
Un solo año de deportaciones costaría 88 mil millones, el doble del presupuesto anual de los Institutos Nacionales de Salud, o cuatro veces el presupuesto de la NASA. En lugar de destinarse a un plan de deportaciones, este dinero podría fortalecer sectores esenciales que beneficien a toda la sociedad estadounidense, generando un impacto positivo duradero.
Video: YouTube | Noticias Telemundo
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