Un memorando interno reveló que casi la mitad de los agentes del FBI en grandes ciudades será reasignada para tareas migratorias junto a ICE.
Una nueva medida de la administración Trump ha encendido las alarmas en Estados Unidos. Según un documento confidencial obtenido por NBC News, hasta el 45% de los agentes del FBI en las 25 principales oficinas de campo del país serán reasignados para participar en labores migratorias, en colaboración directa con ICE. El memorando interno indica que estas acciones estarán dirigidas especialmente a ubicar y detener a inmigrantes cuya visa haya expirado, aunque no tengan antecedentes penales.
La medida afectará principalmente a ciudades como Los Ángeles, donde se implementarán nueve nuevas unidades con este enfoque. La decisión ha generado preocupación entre expertos en seguridad nacional, quienes alertan que el FBI podría estar desviando recursos clave que antes se usaban para combatir el terrorismo y el crimen organizado. Para muchos críticos, esta es una señal de cómo la política migratoria vuelve a ser el eje central del presidente Trump.
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Reestructuración del FBI y recorte presupuestal por Trump
La implementación de esta medida llega junto a una propuesta del gobierno de Trump para recortar en un 5% el presupuesto del FBI. Además, se contempla la jubilación anticipada para más de 600 agentes, como parte de una estrategia de reorganización institucional.
La administración ha dejado claro que su prioridad está en fortalecer las Enforcement and Removal Operations en zonas de alta concentración de inmigrantes sin estatus legal. En Los Ángeles, las nuevas unidades del FBI trabajarán codo a codo con ICE. Para organizaciones como Full Rights for Immigrants Coalition, esta reasignación representa una amenaza directa a las comunidades vulnerables. “En lugar de ir tras criminales peligrosos, ahora buscarán a personas que limpian casas o cuidan niños”, advirtió su vocero Juan José Gutiérrez.
Miedo y silencio en las comunidades inmigrantes
Los primeros efectos ya se sienten. Líderes comunitarios y activistas reportan que muchos inmigrantes han comenzado a evitar el contacto con autoridades locales, incluso para reportar delitos, por temor a ser detenidos.
Connie Chung Joe, directora ejecutiva de Asian Americans Advancing Justice en el sur de California, alertó que hasta personas con residencia permanente o visas vigentes han sido interrogadas por agentes federales. Esta política, denuncian, genera un ambiente de desconfianza y paraliza a comunidades ya afectadas por la discriminación.
Aunque ICE confirmó que recientemente detuvo a 239 personas en situación irregular en Los Ángeles, no detalló si agentes del FBI estuvieron involucrados. Ni el Departamento de Justicia ni la dirección del FBI han emitido declaraciones sobre el memorando.
Trump refuerza su agenda migratoria con nuevos operativos federales
Esta nueva política se suma a las decisiones migratorias radicales del presidente Trump desde que asumió su nuevo mandato. La reactivación de medidas como las restricciones al asilo, el impulso contra las ciudades santuario y la militarización fronteriza marcan el tono de su gobierno.
Organizaciones de derechos humanos advierten que el involucramiento del FBI en tareas migratorias representa un peligroso precedente. Temen que esta militarización del control migratorio derive en deportaciones masivas sin debido proceso, dejando en riesgo a miles de personas que no han cometido ningún delito. Mientras tanto, el gobierno de Trump continúa avanzando en su meta de endurecer la política migratoria a nivel nacional.
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