ICE tiene nueva meta diaria de arrestos en Estados Unidos. ¿Cuántas detenciones buscan lograr y qué impacto puede tener en los inmigrantes? Aquí te lo contamos.
En los últimos meses, miles de inmigrantes en Estados Unidos han comenzado a sentir una creciente presión por parte de las autoridades migratorias. Las detenciones han aumentado en todo el país, incluso en casos donde las personas cuentan con permisos temporales o están en medio de un proceso legal para regularizar su situación. Para muchos, esto ha generado un clima de miedo e incertidumbre, donde cualquier malentendido puede traer serias consecuencias.
Detrás de este repunte de arrestos hay una estrategia clara impulsada desde el gobierno federal, bajo el liderazgo del presidente Donald Trump. Con nuevas órdenes y medidas más estrictas, las agencias encargadas del control migratorio han recibido instrucciones directas para actuar con mayor intensidad. Pero, ¿qué hay detrás de este cambio? ¿Quién lo ordenó y qué impacto está teniendo en las comunidades inmigrantes? En esta nota te explicamos todo lo que debes saber.
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Gobierno de USA fijó una nueva cuota de detenciones para ICE
En un nuevo giro que aumenta la tensión entre la comunidad inmigrante, se ha confirmado que el gobierno de Trump estableció una cuota diaria de 3 000 detenciones al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esta medida ha provocado alarma, ya que incluso personas con permisos legales o procesos migratorios pendientes han sido arrestadas y trasladadas a centros de detención. Para muchos, esta nueva política representa una amenaza, incluso si están cumpliendo con las leyes del país.
Según un informe de The Guardian, si se mantiene ese ritmo de arrestos diarios, más de un millón de inmigrantes serían detenidos a lo largo del año. Esto significaría triplicar las cifras registradas a inicios de 2025, cuando Trump volvió a la presidencia. El reporte señala que esta cuota cuenta con el respaldo de figuras como Stephen Miller, actual subjefe de gabinete de la Casa Blanca, y Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), quienes apoyan el refuerzo de las políticas migratorias.
La decisión se habría tomado tras una reunión entre funcionarios de dos importantes ramas del DHS: la Oficina de Deportación y Control de Aduanas (ERO) y el equipo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI). Estas agencias han recibido instrucciones claras de aumentar su actividad operativa en todo el país, reforzando la idea de que la administración de Donald Trump está decidida a cumplir su promesa de campaña: aumentar las deportaciones sin excepciones, incluyendo casos en revisión legal.
Tricia McLaughlin, actual secretaria de Seguridad Nacional, aseguró en un comunicado que esta acción es parte de un mandato presidencial: “Estamos cumpliendo con el mandato del presidente Trump y del pueblo estadounidense de arrestar y deportar a inmigrantes ilegales criminales y hacer que Estados Unidos sea seguro”. Sin embargo, activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes advierten que esta política puede causar el encarcelamiento injusto de muchas personas en el país.
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