Un estudio reciente destaca a la cadena que domina la preferencia de los clientes en comida rápida, mientras otras enfrentan críticas por demoras y precios en las entregas.
En un contexto económico desafiante para la industria gastronómica, Chick-fil-A ha sido reconocida nuevamente como la cadena de comida rápida con mayor satisfacción al cliente en Estados Unidos.
Según el más reciente informe del American Customer Satisfaction Index (ACSI), la compañía encabeza el ranking por undécimo año consecutivo, superando a competidores como Starbucks, Panera y Domino’s.
El estudio, basado en más de 16 mil encuestas realizadas a consumidores, evalúa factores clave como calidad del servicio, precios, limpieza y rapidez en la atención. Aunque el crecimiento de ventas de Chick-fil-A fue del 5.4% —el más lento en dos décadas—, la marca mantiene una tendencia positiva en un entorno marcado por la inflación y la inestabilidad en los costos de insumos.
El liderazgo de Chick-fil-A no solo refleja su solidez comercial, sino también su capacidad para adaptarse a las nuevas expectativas de los clientes. En un mercado tan competitivo, mantenerse en la cima por más de una década es un logro que habla de consistencia y enfoque estratégico.
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Cadenas de comida rápida enfrentan retos en el servicio de entregas
Un reciente estudio revela que algunas cadenas de comida rápida atraviesan dificultades, especialmente en el área de entregas a domicilio. McDonald’s reportó un crecimiento mínimo del 0.2%, mientras que los clientes expresaron su frustración por la demora en la recepción de pedidos.
El análisis incluyó la evaluación de aplicaciones de delivery, donde Uber Eats lideró con una puntuación de satisfacción de 75 sobre 100, seguido por DoorDash (74) y Grubhub (73). A pesar de que los precios y las tarifas continúan siendo los aspectos peor valorados, el informe destaca una mejora en la percepción de equidad en los costos, con un aumento del 3% que alcanzó un 71 en satisfacción.
Este escenario refleja los desafíos que enfrenta el sector para mantener la calidad en un mercado cada vez más competitivo y sensible a la experiencia del cliente. Mejorar la rapidez y transparencia en las entregas será clave para recuperar la confianza de los usuarios y potenciar el crecimiento.