Walmart y Target alertan sobre el aumento de precios y posibles faltantes de productos debido a los aranceles de Trump, que también amenazan la recuperación económica.
Las cadenas minoristas Walmart y Target han expresado su preocupación sobre los efectos de la política de aranceles implementada durante la presidencia de Donald Trump. Ambas empresas advirtieron que los aranceles podrían interrumpir gravemente sus cadenas de suministro y afectar la disponibilidad de productos en sus tiendas de Estados Unidos.
En una reunión privada en la Casa Blanca, los ejecutivos de Walmart y Target señalaron que los impuestos sobre las importaciones, aunque destinados a fortalecer la economía nacional, podrían generar retrasos significativos en la llegada de mercancías. Según CBS News, esta situación podría afectar la relación de las compañías con sus clientes, que verían aumentos en los precios o falta de ciertos productos en los estantes.
Este escenario pone en evidencia los desafíos económicos derivados de las políticas comerciales adoptadas en años anteriores y sus repercusiones en el comercio minorista estadounidense.
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Walmart y Target alertan sobre los efectos de los aranceles de Trump en el abastecimiento
Walmart y Target han expresado serias preocupaciones tras su encuentro con Donald Trump, especialmente sobre los efectos de los aranceles impuestos a productos importados. Aunque ambos minoristas calificaron el diálogo como "productivo", advirtieron sobre el impacto negativo en los precios y la disponibilidad de productos esenciales.
Ambas compañías destacaron el riesgo de aumentos significativos en los costos para los consumidores. Target, en particular, señaló su dependencia de productos importados, especialmente de México, para la temporada invernal. Esta situación podría generar escasez de productos y una subida de precios.
Por su parte, Walmart reconoció que, a pesar de los esfuerzos por evitar el aumento de precios, sería difícil no trasladar los costos adicionales a los clientes. Los aranceles, que incluyen un 145% sobre productos chinos y un 10% sobre otros importados, presionan las cadenas de suministro y ponen en riesgo la estabilidad económica y el poder adquisitivo de las familias estadounidenses.
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