La moda del “bleisure” crece en EE.UU., con profesionales que extienden viajes de trabajo para convertirlos en escapadas relajadas, beneficiando al sector turístico.
El fenómeno del bleisure (business + leisure) se ha consolidado con fuerza en EE.UU.: un 74 % de trabajadores, especialmente millennials y jóvenes, han añadido o planean añadir tiempo de ocio a sus viajes laborales. Esta tendencia refleja su búsqueda de equilibrio entre productividad y experiencias personales.
Para empresas y destinos turísticos, el bleisure representa una oportunidad creciente, ya que extiende estancias, aumenta el consumo y favorece una nueva dinámica de viaje más placentera.
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Trabajar y disfrutar: un equilibrio en alza
Según YouGov para Crowne Plaza, el 74 % de empleados ha traído acompañantes sin informar a sus superiores, mientras el 60 % prefiere bleisure sobre vacaciones tradicionales. También datos de Gitnux confirman que el 62 % de trabajadores amplían viajes por placer y que el gasto extra promedio alcanza los U$D 850.
Hoteles, aerolíneas y agencias han adaptado sus ofertas: crean paquetes combinados, flexibilizan reservas y añaden servicios premium (Wi‑Fi rápido, espacios de trabajo, gimnasio). American Airlines y Hilton reportan cómo este aumento beneficia sus ingresos .
Implicaciones para empresas y cultura laboral
Frente a esto, numerosas compañías actualizan sus políticas para distinguir claramente entre los gastos comerciales y los personales, delineando límites sobre quién cubre qué . Se proponen códigos éticos para evitar abusos o conflictos de interés impulsados por la presencia de acompañantes.
Desde el punto de vista cultural, el bleisure redefine la forma de trabajar: promueve la productividad sostenible, reduce el estrés y estimula la creatividad. Trabajar en otro entorno y vivir una experiencia distinta después de la jornada se ha convertido en un atractivo reclamo para atraer y retener talento .