Los aeropuertos en Estados Unidos evolucionan hacia destinos propios, incorporando spas, zonas verdes, gastronomía gourmet y salones de lujo.
Los aeropuertos en EE.UU. están experimentando una transformación histórica que los redefine como destinos de estancia, no solo de paso. Terminales como LaGuardia, LAX, DFW y Portland han incorporado spas, áreas con vegetación, salones exclusivos y oferta gastronómica al más alto nivel. Según firmas como Plaza Premium Group, este rediseño busca convertir el estrés del viaje en una experiencia placentera.
Millennials y Generation Z valoran la experiencia holística: quieren relajarse antes de volar, comer bien y usar amenities como duchas, carga de dispositivos y zonas de silencio. Con este enfoque, los aeropuertos en EE.UU. buscan competir con grandes hubs europeos y asiáticos.
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Diseño centrado en el bienestar y tecnología
Los nuevos terminales incorporan techos altos, iluminación natural, plantas interiores y baños inteligentes, además de estaciones de recarga sin cables. En Dallas-Fort Worth, las áreas “High C” ofrecen espacios de trabajo silenciosos y cargadores integrados; en Portland, la terminal se asemeja a una pequeña ciudad con tiendas y cafés próximos a árboles naturales.
Este diseño cuidadoso responde a la demanda de viajeros que desean recuperar parte de su tiempo en el aeropuerto, contando con tecnología biométrica, servicios premium y espacios que fomentan la calma y la eficiencia.
Más que aviones: gastronomía y cultura local
El nuevo modelo de aeropuerto en EE.UU. se basa en la integración cultural. En LaGuardia y Orlando, se han instalado conceptos gastronómicos regionales, con opciones de chefs locales y comida artesanal, mientras LAX implementa sistemas móviles para ordenar café o comida sin colas.
Esto no solo enriquece la experiencia del pasajero, sino que impulsa a los negocios locales y crea un sentido de pertenencia al reflejar la cultura del destino incluso antes de despegar.