¿Te gustaría saber por qué algunos inmigrantes deciden no convertirse en ciudadanos americanos pese a tener todo para hacerlo? Conoce a qué se debe esto en la siguiente nota.
Convertirse en ciudadano americano es, para muchos inmigrantes, la meta final después de años de esfuerzo. Pero lo curioso es que no todos los que pueden dar ese paso deciden hacerlo. Aunque tienen todo en regla para iniciar el proceso de naturalización, algunos simplemente prefieren quedarse como residentes permanentes.
¿Por qué alguien rechazaría la oportunidad de tener un pasaporte americano? Las razones son muchas y, en la mayoría de los casos, muy personales. Desde el costo y el idioma, hasta vínculos con su país de origen, en esta nota te contamos por qué algunos inmigrantes le dicen "mejor no" a la ciudadanía en Estados Unidos.
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¿Por qué algunos inmigrantes no se naturalizan si pueden?
A continuación, se enumeramos algunos de los principales motivos por los que algunos inmigrantes deciden no convertirse en ciudadanos americanos. Toma nota:
- El costo puede ser un gran obstáculo: Solicitar la ciudadanía no es gratis, y para muchas personas, el dinero es un factor importante. Actualmente, el trámite cuesta U$D 725, una cifra que incluye el formulario y las huellas biométricas. Si en la familia hay más de una persona que quiere naturalizarse, el gasto se multiplica. Aunque existen ayudas y exenciones para quienes tienen ingresos bajos, no todos califican, y eso hace que muchos simplemente lo piensen dos veces o lo dejen para después.
- El idioma y los exámenes generan temor: Convertirse en ciudadano americano requiere pasar una entrevista y dos pruebas: una de inglés y otra de educación cívica. Para quienes no hablan bien el idioma o no tuvieron oportunidad de estudiar, esto puede parecer intimidante. Aunque hay excepciones para adultos mayores con muchos años viviendo en el país, no todos aplican. El miedo a fallar, o la simple inseguridad, lleva a muchos a evitar el proceso por completo.
- No quieren perder derechos en su país de origen: Algunos inmigrantes aún tienen lazos fuertes con su país natal: propiedades, familia, planes a futuro. Pero hay países que no permiten tener doble nacionalidad o imponen restricciones si uno se hace ciudadano de otro país. Esto puede significar perder el derecho a heredar, a votar, a residir o incluso a regresar sin restricciones. Por eso, prefieren mantener su nacionalidad original intacta.
- El proceso es largo y confuso: Entre formularios, papeles, citas y entrevistas, el camino hacia la ciudadanía americana puede sentirse como una maratón burocrática. Algunas personas se sienten abrumadas por la cantidad de pasos o por no entender bien los requisitos. Además, los tiempos de espera pueden ser muy largos, y muchos simplemente no tienen el tiempo, la energía o la paciencia para enfrentarlo.
- Se sienten bien como residentes permanentes: Tener una 'Green Card' ya ofrece muchas ventajas: se puede trabajar, vivir legalmente en Estados Unidos, y entrar y salir del país. Para algunos, eso es suficiente. No sienten que necesiten más, y prefieren evitar las obligaciones adicionales que trae la ciudadanía, como pagar impuestos globales o tener que servir como jurado. En resumen, están cómodos como están y no ven razón para cambiar.
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