Esta técnica, conocida desde hace mucho por las aerolíneas, ha sido recientemente descubierta y aprovechada por los más ávidos viajeros para conseguir vuelos a menor precio. Te contamos en qué consiste.
El skiplagging o “saltarse vuelos” es una técnica que te permite viajar más barato en avión. ¿Cómo funciona? Te explicamos: quieres viajar desde el punto A hasta el punto B y el precio del boleto es de 500 dólares. Sin embargo, encuentras un vuelo desde el punto A hasta el punto C con escala en B a 300 dólares. Eliges esa última opción. Te quedas en el primer destino, no tomas el vuelo final y así te ahorras 200 dólares.
Este es solo un ejemplo de la práctica común que tiene enfurecidas a las aerolíneas, a pesar de que son las responsables, pues son ellas las que establecen sus tarifas siguiendo determinados algoritmos.
LO BUENO Y LO MALO
El skiplagging posee ventajas y desventajas. El principal beneficio es, por supuesto, el poder aprovechar los complicados sistemas de tarificación de las aerolíneas para conseguir vuelos baratos.
Sin embargo, la alerta hacia las aerolíneas ha tenido como consecuencia que realicen prohibiciones explícitas en sus términos de uso. Por ejemplo, en caso de detectar que pierdes vuelos a propósito, pueden denegarte las millas de tu tarjeta de fidelización, dejar de venderte billetes o incluso exigirte el pago del pasaje original.
Además, existen una serie de desventajas en la práctica. No podrás facturar tu equipaje pues tus maletas irían hasta el final del trayecto y solo puedes aprovechar esta técnica si compras un pasaje únicamente de ida.
Comparte esta noticia