Pese a los avances en ciencia y tecnología, la humanidad aún no puede resolver el misterios de una serie de monumentos alrededor del mundo, que van desde el desierto de Perú, hasta islas en el Océano Pacífico y ciudades sumergidas en Japón e India.
El caso más conocido es el de Stonehenge. Ubicado al sur de Inglaterra, se trata de un conjunto megalítico construido entre el 3000 y 2000 antes de Cristo. No se sabe con exactitud quiénes lo construyen y cuál era su función, pero la teoría más aceptada es que era un cementerio.
Misterios de nuestro continente. En el desierto del mismo nombre en lca, al sur de Lima, están las Líneas de Nazca: gigantescos geoglifos trazados por la cultura preincaica del mismo nombre. Representan figuras de animales, plantas y geométricas. No se sabe cuál fue su propósito, e incluso se siguen encontrando nuevos geogflifos, pero se teoriza que sirvieron como calendario astronómico.
En la Isla de Pascua, perteneciente a Chile, están las Estatuas Moai. Son un grupo de estatuas de piedra que representan cabezas antropomorfas hechas por los habitantes del lugar entre los siglos IX y XVI Se cree que son representaciones de antepasados difuntos y se mantienen en pie a pesar de los terremotos en el Océano Pacífico.
Misterios sumergidos. En 1997 fueron descubiertas un grupo de misteriosas estructuras sumergidas cerca a la isla de Yogunami, en Japón. Hay mucho debate sobre su origen: algunos arqueólogos creen que fueron estructuras construidas fuera del mar que luego fueron sumergidas por el mar, mientras que otros piensan que son fruto de la erosión o ruinas de una antigua ciudad.
Bajo el mar de la India está la ciudad sumergida de Dwarka, la supuesta casa del Dios Krishna. En ella se recuperaron artefactos (cerámica, joyas, esculturas) y huesos humanos. No se sabe con exactitud qué pueblo la ocupó, pero fue hace unos 10,000 años según los últimos estudios.