Elige entre visitar una fábrica de diamantes o disfrutar de la más variada degustación de quesos. Te contamos qué puedes hacer en Ámsterdam, la “Venecia del norte”.
Cuando pensamos en Ámsterdam imaginamos campos de flores, modernos puentes y los más increíbles festivales de música, sin embargo, la capital de los Países Bajos tiene mucho más que ofrecer para los turistas que deciden visitarla.
Y sí, no puedes dejar de caminar por el Barrio Rojo, recorrer el Museo de Van Gogh y disfrutar del aroma de las flores en el Mercado de Bloemenmarkt, el más famoso del mundo en su rubro. Pero siempre es bueno ir más allá: descubre las cinco cosas que debes hacer si viajas a Ámsterdam y buscas alejarte de lo tradicional.
1. VISITA UNA FÁBRICA DE DIAMANTES
La fabricación de diamantes fue introducida al país por los judíos sefardíes, a partir del siglo XVI. Así, la capital se fue llenando poco a poco de fábricas de piedras preciosas, que cesaron su producción al empezar la Segunda Guerra Mundial. Tiempo después, pulidores y talladores extranjeros impulsaron nuevamente esta industria: en la actualidad, existen cerca de 12 fábricas especializadas.
Quizás no puedas adquirir un ejemplar, pero tendrás la posibilidad de tomar un tour gratuito de una hora en la fábrica Gassan Dimonds. Verás de cerca a los cortadores y pulidores de joyas y podrás conversar para conocer más a fondo esta industria.
2. PARTICIPA DE UNA DEGUSTACIÓN DE QUESOS
Los quesos holandeses poseen una fama mundial. En particular, el negocio familiar de los quesos Reypeaner -fundado hace más de un siglo-, que elabora productos lácteos con los mejores ingredientes naturales.
Aprovecha para probar diversas variedades de quesos elegidas por expertos y acompaña tu degustación de los mejores vinos tintos, blancos y oporto. Podrás conocer más acerca de su proceso de elaboración y hasta aprenderás a diferenciar entre las diferentes clases.
3. DISFRUTA DE UNA FIESTA EN LA PLAYA
Si viajas en verano a esta ciudad, puedes escapar del calor del centro y visitar las playas de Blijburg aan Zee y Pllek. La primera cuenta con un bar, música en vivo y fiestas que sus visitantes recuerdan como memorables. Pllek, por otro lado, es una playa en la que no se puede ingresar el mar, no obstante, es posible disfrutar de la comida orgánica del lugar y relajarte, por ejemplo, en una clase de yoga.
4. ALQUILA UN BARCO A PEDALES
Conocidos por los holandeses como “bicicletas acuáticas”, alquilar uno por un periodo de una hora u hora y media te permitirá recorrer los famosos canales de la ciudad y contemplar los paisajes desde el agua. Se trata de una experiencia íntima, debido a que los dos asientos principales se encuentran en la parte delantera.
5. DIVIERTETE EN UN CRUCERO DE PANQUEQUES
Sí, comer panqueques no es lo primero que se piensa cuando te invitan a un crucero, sin embargo, no hay que descartar esta particular experiencia. El Pankake Cruise Amsterdam te permitirá deleitar tu paladar con los tradicionales panqueques holandeses, en un recorrido de 75 minutos por el río IJ. En el trayecto, podrás degustar de un bufé de panqueques, hechos con queso holandés, frutas locales, chocolate, mermeladas y más. Si eres de los que se marea al viajar por agua, será mejor considerar otra de las opciones que te proponemos aquí.
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