Además de tu rendimiento y productividad, tu comportamiento y actitudes dentro de la oficina también importan para tus superiores.
En el ámbito laboral hay que mantener las buenas costumbres y por sobre todo guardar las formas, ya que además de tu rendimiento y productividad, tu comportamiento y actitudes dentro del trabajo también importan para tus superiores.
Si bien cada persona tiene sus cosas, sus manías y sus defectos, uno debe saber medirse en el lugar de trabajo para que estas no se conviertan en malos hábitos que puedan ser perjudiciales para la vida profesional.
En ese sentido, la versión en castellano de Forbes elaboró un artículo en el que menciona cuáles son las peores costumbres que circulan por las oficinas y da recomendaciones para remediarlas. Conócelas a continuación:
Quejarse de todo
Nada te parece bien y te has acostumbrado a protestar de todo. Párala un poco, si no quieres que tus compañeros y jefes se cansen de ti. Intenta ver las cosas desde otra perspectiva.
Estar pendiente de tu celular
Te pagan por trabajar, no por sentarte a hablar por WhatsApp o estar en redes sociales.
Llegar tarde
Si sabes que hay mucho tráfico o vives muy lejos, intenta salir antes de tu casa para no llegar tarde constantemente.
Decir que sí a todo
Si estás cargado de trabajo y se te pide hacer una cosa más, no digas que sí necesariamente. Explica que tienes mucho trabajo pendiente y que algo más te podría complicar y hacer no te salga tan bien como quisieras y puedes.
No delegar tareas
si no tienes tiempo de hacer todo y tienes personas a tu cargo, ¿por qué delegas en ellos alguna tarea? Tienes que aprender a no querer ser omnipresente, los demás también saben hacer las cosas bien y si no, enséñales.
No planificar
Cuando se trata de trabajo, lo mejor es que planifiques todo y lleves una agenda que te recuerde plazos, entrevistas y/o entregas. Cuantos menos sobresaltos tengas, mejor para todos.
Mezclar vida personal y laboral
¿Qué culpa tienen tus compañeros de que hayas tenido un problema con un familiar? No hay excusa para tratar mal a nadie. Las cosas de casa, en casa.
Tomarse demasiadas confianzas
Está claro que un trato profesional no tiene que ser aburrido. Hay lugar para las bromas con tus compañeros o incluso con tu jefe si se presta; sin embargo, no debes excederte ni abusar de la confianza que te puedan dar.
Irse antes de tiempo
Salvo que tus superiores te autoricen, nunca debes irte antes de tiempo. A lo mejor piensas que ya no hay nada que hacer, pero siempre surge un contratiempo y puede que te necesiten. Si no estás te ganarás un problema tontamente.
No hablar las cosas
Muchas empresas se ahorrarían problemas si sus altos cargos y sus empleados se comunicaran adecuadamente. De los silencios innecesarios surgen los malentendidos, las envidias y otros problemas.
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Ser excesiva e injustificadamente estricto con tus empleados es uno de los peores errores que puedes cometer como líder.
Posted by RPP Noticias on Domingo, 14 de junio de 2015