Hay algunas intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas cuyo principal objetivo es mejorar la salud del paciente, pero que en el resultado final marca un antes y un después a nivel estético.
Los cada vez más comunes problemas de corta visión se pueden corregir con una cirugía láser ocular, que permite eliminar por completo -en algunos casos- el uso de gafas.
Lo mismo ocurre con la reducción de cornetes que, al tiempo de mejorar la respiración también deja un mejor aspecto de la nariz.
Y es que muchas veces la salud es compatible con nuestro mejor aspecto físico, no solo porque una atención médica cura dolores y afecciones sino porque sus resultados pueden elevar el autoestima.