Aunque parezca contradictorio, la reproducción en masa del insecto, para dejarlo luego en libertad en zonas afectadas por la enfermedad, es un método que puede ayudar a reducir su población.
Mientras en Latinoamérica el mosquito "Aedes Aegypti" que trasmite el zika, el dengue y el chikunguña es el enemigo público número uno, un laboratorio de Viena cría cada semana unos tres billones de machos esterilizados para disminuir su población en las zonas afectadas.
Aunque parezca contradictorio, la reproducción en masa del insecto, para dejarlo luego en libertad en zonas afectadas por la enfermedad, es un método que puede ayudar a reducir su población y disminuir el riesgo de contagio de las enfermedades de que es portador.
"Hemos comprobado que funciona en grandes áreas con varias especies de moscas, como la tsetsé, entonces no hay por qué pensar que no funcionaría con mosquitos", explica a Efe el biólogo molecular Kostas Broutsis en el laboratorio que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) tiene en Seibersdorf, cerca de Viena.
Este experto griego forma parte de la división conjunta del OIEA y la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dedicada a proyectos de mejora alimentaria, seguridad de los alimentos y control de plagas.
La llamada Técnica del Insecto Estéril (SIT) consiste en liberar a millones de machos esterilizados mediante radiación para que se apareen con hembras. Como estos insectos se aparean una única vez, este proceso puede ayudar a reducir, que no erradicar, las poblaciones.
En el laboratorio se reproducen las condiciones de humedad y altas temperaturas apropiadas para criar las larvas.
"Tenemos la experiencia, sabemos cómo producir a los mosquitos, cómo esterilizarlos con radiación, cómo manipularlos y transportarlos. Estamos preparados para transferir esta tecnología a otros miembros si lo requieren", asegura Broutsis.
Según admite, el reto es aplicar esta técnica con mosquitos en grandes áreas, algo que aún no se ha probado ni ha sido requerido por ningún país.
Broutsis argumenta que con esta técnica no sólo se reduce el riesgo de trasmisión del zika, sino que también se puede controlar virus como el dengue o el chikunguña, trasmitidos por el mismo mosquito.
EFE
Comparte esta noticia