Tiempo de exposición debe ser entre 1 y 2 horas dependiendo de la edad, recomiendan los especialistas.
El aumento del número de niños en etapa escolar que usan computadoras, tablets, laptops, celulares, y otros dispositivos electrónicos, ocasionan problemas de visión en el infante. En el Perú se estima que seis de cada 100 niñas y niños de 3 a 11 años tienen trastornos oculares por necesidad de uso de lentes.
A nivel mundial el número de niños menores de 16 años con discapacidad visual asciende a 19 millones, de los cuales 12 millones son por errores de refracción como miopía, hipermetropía, astigmatismo o estrabismo, fácilmente diagnosticables y corregibles.
Daño visual
El uso excesivo de los dispositivos electrónicos podría cansar e irritar los ojos de los niños produciendo sequedad, problemas de ojo seco, ardor en los ojos, lagrimeo persistente, dolor de cabeza, estrés visual, afectando el desarrollo de su sistema visual.
“Cuando estas situaciones son constantes y tenemos a escolares que ya usan lentes, el grosor de las lunas de sus lentes podría duplicarse en pocos meses”, explicó la Dra. María Angélica Rivas, oftalmóloga pediatra del Instituto de Salud del Niño San Borja.
Otros factores
En casos extremos, que involucran otros factores como el sedentarismo, el sobrepeso o la diabetes, se deriva en una discapacidad visual que no puede ser corregida con facilidad, e incluso en casos de ceguera.
El Ministerio de Salud a través de la Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Ocular y Prevención de la Ceguera, señaló que si bien estos males visuales son genéticos, la exposición por tiempo prolongado a la iluminación de los aparatos electrónicos aumenta la posibilidad de padecerlos con más intensidad.
El tiempo de exposición a los dispositivos electrónicos varía entre 1 y 2 horas dependiendo de la edad del menor, con pausas de 15 minutos para relajar la vista.
El uso inadecuado de la computadora provoca el llamado “Síndrome de Visión de la Computadora” que se manifiesta cuando una persona pasa más de cuatro horas frente al monitor a una distancia menor a 30 centímetros y sin un ritmo adecuado de parpadeo; es decir, los ojos están contantemente expuestos al ambiente y con ello deshidratarse.
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