Según un estudio en el que se monitoreó a todos los jugadores de la Superliga Española de Voleibol, esto depende más del entrenamiento continuado.
El gen ACTN3, mejor conocido como el "gen de la velocidad", no condiciona la capacidad de salto de los deportistas, que según un estudio, depende más del entrenamiento continuado.
Esta fue la conclusión de un equipo del Centro de Excelencia en Investigación en Ciencias de la Actividad Física y Deportiva de la Universidad Europea de Madrid (UEM) que pretendía comprobar si este gen, el primer gen estructural del músculo esquelético, podría facilitar el salto en deportistas profesionales.
Para ello, se monitoreó la activación muscular involuntaria como respuesta a un estímulo eléctrico de todos los jugadores de la Superliga Española de Voleibol en la temporada 2010-2011.
El objetivo, según ha explicado el doctor Juan José Molina, profesor de la UEM y principal investigador del estudio, era "conocer si la forma de manifestarse la fuerza es diferente en función del perfil genético".
Según informa europapress.es la respuesta ha sido monitorizada a través de la tensiomiografía (TMF), una técnica innovadora que permite detectar y analizar por separado las propiedades de los músculos de cada individuo.
Los autores no encontraron diferencias en la capacidad de salto de los jugadores estudiados, independientemente de su perfil genético, lo que demuestra que "el entrenamiento continuado que hace que la excelencia deportiva dependa del trabajo y no sólo de la genética y los atributos hereditarios".
No obstante, matiza, "el deportista que cuente además con un perfil genético que se adapte mejor a su deporte, llegará al rendimiento ideal con mayor facilidad".
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