En nuestro país solamente 35 hombres tienen diagnóstico y tratamiento, 19 de ellos son pacientes que se atienden en la Seguridad Social.
En el mundo uno de cada 10 mil individuos padece de inmunodeficiencia primaria (IDP), una condición que hace que los niños y adultos tengan infecciones que reaparecen con frecuencia y que tengan un tratamiento prolongado.
Por ello, se estima que entre el 70 y el 90% no son diagnosticadas. Se calcula que en nuestro país existen unas 3 mil personas que padecen de una IDP, pero solamente 35 hombres tienen diagnóstico y tratamiento, 19 de ellos son pacientes que se atienden en la Seguridad Social.
Así lo aseguró el doctor Juan Carlos Aldave Becerra, médico del hospital Edgardo Rebagliti Martins, quien también señaló que de estar afectado por dos o más infecciones de oídos, de senos paranasales, neumonías, infecciones profundas o tratamiento de antibióticos con escaso efecto en un año, debe acudir a su médico.
Las personas con alguna inmunodeficiencia primaria tienen un sistema inmunológico que carece de uno o varios tipos de tejidos inmunológicos, proteínas o células. El sistema inmunológico protege al cuerpo de gérmenes como bacterias y virus.
Por lo tanto, si una parte del sistema inmunológico falta o no funciona correctamente, habrá mayor riesgo de contraer infecciones, tardará más tiempo en recuperarse, aún con tratamiento antibiótico, y tendrá infecciones recurrentes.
Explicó que el diagnóstico precoz del tipo de inmunodeficiencia primaria es esencial para iniciar un tratamiento adecuado y evitar secuelas graves y mortales de las infecciones que vayan aparecer en estas enfermedades que en el mundo las llamamos “raras” o poco frecuentes.
Cabe señalar, que las IDP son defectos genéticos del sistema de defensa que se manifiestan, por lo general, en la infancia y requieren exploraciones complementarias complejas para el diagnóstico definitivo.
En la Semana Mundial de las Inmunodeficiencias Primarias, es importante recordar las medidas de prevención, tales como el lavado de manos en forma frecuente, uñas cortas, higiene dental con cepillo blando y control odontológico, evitar aerosolización de partículas, humedad y humo de cigarrillo, juguetes lavables y porosos, evitar el contacto directo con la tierra, plantas, flores secas, mascotas, áreas de construcción y contacto con personas enfermas.
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