El trasplante fecal puede ser la cura para padecimientos intestinales que actualmente no son tratables. Holanda ya cuenta con un banco de heces.
El trasplante de heces de una persona sana puede aliviar graves infecciones causadas por la bacteria Clostridium difficile, que causa diarrea, dolor abdominal y fiebre, y que provoca la muerte en el 40 % de pacientes afectados.
Para conseguir esto, los médicos utilizan las bacterias recogidas en las heces de los pacientes sanos para recolonizar el intestino, creando una flora intestinal nueva y sana en el paciente.
Banco de heces
En la actualidad, en Holanda ya se practica este tratamiento de trasplante fecal entre tres y cinco veces al mes, y ahora cuenta con su primer banco de heces, puesto en marcha por la Universidad de Leiden,
Ya trabajan con sus primeros donantes, de quienes recogerán muestras que, tras ser tratadas y filtradas, podrán ser usadas para reconstruir la flora intestinal de más de 100 pacientes al año con infecciones intestinales crónicas.

"Esperamos tratar a entre 100 y 200 personas al año", explicó a la agencia Efe Ed Kuijper, profesor de la Universidad de Leiden.
Las heces que se obtengan serán procesadas y filtradas para ser convertidas en un líquido que se congelará y mantendrá a 80 grados bajo cero
Exigencias a los donantes
Los candidatos a donantes en Holanda, ya están pasando las primeras pruebas para comprobar que sus heces son apropiadas para formar parte del banco y los requisitos son exigentes.
Los solicitantes no pueden haber viajado al extranjero durante los tres meses anteriores, deben tener menos de 50 años y vivir cerca de Leiden para que, una vez hecha la defecación, puedan dejar su muestra en el laboratorio de la universidad lo antes posible.
"Además, en los formularios de inscripción les hacemos preguntas como si utilizan muchos antibióticos, si tienen antecedentes familiares de enfermedades intestinales, de sangre, de transmisión sexual, de hígado o de riñones", indicó Kuijper, que aclaró que "también se les pregunta por cómo es su defecación".
A diferencia de Estados Unidos, donde los donantes de heces son recompensados económicamente, la Universidad de Leiden no ofrecerá ningún tipo de compensación monetaria. (Con información de EFE)