Quienes van entre 2 y 3 veces a la semana tienen un 22% menos riesgo de morir súbitamente por un infarto.
Ir regularmente al sauna reduce el riesgo de sufrir un infarto y mejora la salud cardiovascular, con lo que disminuye también el riesgo de mortalidad, aseguran investigadores de la Universidad California (Estados Unidos) y de un instituto médico de Finlandia, en un artículo publicado en la revista médica Journal of the American Medical Association.
Para llegar a esta conclusión los autores analizaron, durante 21 años, los datos de 2315 hombres finlandeses entre 42 y 60 años. Así, determinaron que el riesgo de muerte súbita por infarto es 22% menor en aquellos que van al sauna dos o tres veces por semana, y 63% menor entre quienes van de cuatro a siete veces a la semana.
Asimismo, el riesgo de muerte por enfermedades de las arterias coronarias es 23% a 48% inferior en quienes van al sauna con frecuencia. Mientras que el riesgo de morir por infarto es 27% menor para los hombres que van al sauna dos o tres veces por semana, y 50% menor para los que van entre cuatro y siete veces por semana, en comparación con quienes van una vez por semana.
Además, el estudio también encontró que el riesgo de morir por cualquier causa es 24% menor para quienes van de dos a tres veces al sauna, y 40% menor para quienes van de cuatro a siete veces.
El tiempo de uso influye en los resultados
Según los investigadores, para los hombres que permanecen menos de 11 minutos dentro del sauna, el riesgo de morir por una crisis cardíaca es 7% mayor que aquellos que pasan entre 11 y 19 minutos. Eso sí, aún se necesitan más estudios para determinar por el potencial mecanismo que relaciona la salud cardiovascular con los saunas.
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