Chan ha recordado que el consumo de tabaco es una de las amenazas para la salud más fáciles de prevenir que, sin embargo, causa cada año cerca de seis millones de muertes.
La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, ha acogido con "gran satisfacción" la decisión "histórica" del Tribunal Superior de Australia de dar luz verde a la homogeneización del diseño de las cajetillas de tabaco.
Al mismo tiempo hizo un llamamiento al resto de países para que sigan el ejemplo del Gobierno australiano en su lucha contra el tabaquismo.
Pese al intento de las grandes empresas tabaqueras de desafiar la legislación del país oceánico, el alto tribunal australiano anunció que obligar a la industria a vender las cajetillas de tabaco sin ningún tipo de logo o marca comercial, lo que se conoce como cajetillas genéricas, no vulnera la Constitución estatal.
Tras esta decisión, Chan ha asegurado que "la salud pública entra en un nuevo mundo de la lucha contra el tabaco", y reconoce que este tipo de empaquetado es "una forma muy eficaz de contrarrestar las implacables estrategias de marketing de la industria".
En este sentido, ha acusado a las tabaqueras de actuar "a la desesperada" para luchar contra una medida que debería generar un "efecto dominó" "por el bien de la salud pública".
De hecho, la máxima representante de este organismo de Naciones Unidas asegura que el caso ha sido seguido de cerca por varios países que están considerando adoptar medidas similares para combatir el tabaquismo, sin querer precisar el nombre de los mismos.
Chan ha recordado que el consumo de tabaco es una de las amenazas para la salud más fáciles de prevenir que, sin embargo, causa cada año cerca de seis millones de muertes.
Además, la OMS calcula que si los gobiernos nacionales no toman medidas para limitar la exposición al humo de tabaco, para el año 2030 esta cifra de fallecimientos podría superar los ocho millones anuales.
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