Especialista recuerda que la lactancia materna reduce las infecciones, las alergias, las enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad o algún tipo de cáncer como la leucemia.
No hay razones para desconfiar de la lactancia materna, por el contrario. Es la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) la que fomenta la lactancia al menos hasta los dos años; durante los seis primeros meses exclusivamente con leche materna y a partir de entonces intercalando nuevos alimentos.
Además, la OMS recomienda comenzar la lactancia en la primera hora de vida del bebé; hacerlo a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche, y evitar los biberones y chupetes.
Marta Díaz, coordinadora del Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría y Catedrática de la Escuela de Enfermería de la Universidad de La Laguna, recuerda que la lactancia materna reduce las infecciones, las alergias, las enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad o algún tipo de cáncer como la leucemia.
Además, para la madre reduce el cáncer de mama, la osteoporosis. En suma, "tiene beneficios psicológicos para ambos con un desarrollo emocional y personalidad mucho más segura", asegura Díaz en 20minutos.es.
Este modo de alimentar al bebé fortalece la unión de madre e hijo. "La lactancia provoca unos vínculos afectivos estrechos por la cercanía y un contacto frecuente. La crianza de ese niño será cuidadosa: menos abandonos, maltratos...", afirma la doctora.
La principal causa de abandono precoz de la lactancia es la baja seguridad en la capacidad de dar de mamar, es decir, la sensación de baja producción de leche que hace optar a las madres por empezar con otros alimentos.
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