Investigadores sacaron a la luz una decena de estudios que demuestran que la cantidad de azúcar en la dieta no influye en el comportamiento infantil.
Un estudio publicado en la revista British Medical Journal, por Rachel Vreeman y Aaron Carroll, de la Escuela de Medicina de Indiana (EE UU), sostiene que dar azúcar o golosinas a los niños no los vuelve hiperactivos.
Los investigadores sacaron a la luz una decena de estudios que demuestran que la cantidad de azúcar en la dieta no influye en el comportamiento infantil.
Según Vreeman, lo único que varía cuando los niños comen golosinas es que sus padres, que tienen prejuicios hacia los efectos de los dulces, perciben erróneamente que sus hijos están más inquietos y nerviosos.
Otra frase habitual entre algunos padres es advertir a los menores que si ingieren un chicle, este permanecerá en el estómago durante siete años.
"Aunque los ácidos del estómago no digieren la goma de mascar, lo cierto es que un chicle no tarda más de dos días en atravesar el intestino y ser expulsado", dicen los expertos.
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