La bromhidrosis es una afección causada por un mal funcionamiento de las glándulas apocrinas, localizadas principalmente en las axilas, los genitales y el pecho.
Hay gente que huele mal, pero no siempre se debe a un problema de higiene. En algunos casos se trata de la bromhidrosis, una enfermedad relacionada con las glándulas apocrinas que causa un olor muy desagradable e imposible de disimular.
Según Manuel Fernández, dermatólogo del grupo Pedro Jaén (España), la bromhidrosis, afecta tanto a hombres como a mujeres y que puede ser todo un problema para la autoestima y las relaciones sociales.
La afección es causada por un mal funcionamiento de las glándulas apocrinas, localizadas principalmente en las axilas, los genitales y el pecho.
"No se produce más sudor sino que la secreción de estas glándulas tiene ceramidas distintas. Cuando ese sudor entra en contacto con las bacterias que todos tenemos en la piel, la descomposición produce amonio y ácido graso, lo que genera el fuerte olor", señala el dermatólogo.
Se cree que la bromhidrosis tiene un origen genético, sin embargo, también puede ser causado por algunas otras enfermedades, como la diabetes, tiroides, alteraciones en la glándula suprarrenal, entre otras.
Algunos fármacos antidepresivos, el consumo de tóxicos como el alcohol y el tabaco, así como de las especias, la cebolla o el ajo, también la pueden producir.
La bromhidrosis se puede presentar a partir de los 15 años, edad en la que comienzan a funcionar las glándulas apocrinas y no desaparece nunca, aunque en las mujeres suele disminuir después de la menopausia.
Lo bueno es que tiene soluciones. "El paciente debe usar jabones que llevan germicidas en su composición para eliminar las bacterias de la piel y que en definitiva son las que descomponen el sudor.
También se recomiendan antibióticos tópicos en lugar de cremas hidratantes", comenta el experto. El médico recomienda la depilación, tanto en hombres como en mujeres, pues el vello contribuye a que haya más producción de sudor.
Una de las razones es que la bromhidrosis esté acompañada de hiperhidrosis (exceso de sudor). Si es el caso, el dermatólogo recomienda un tratamiento con toxina botulínica o bótox, para detener la producción de sudor.
Otra opción es la cirugía aunque, como el mismo experto aclara, ésta solo se utiliza cuando el resto de los tratamientos no han dado resultado ya que deja cicatrices y es un tanto agresiva.
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