Las dos maneras de poder saber si una persona está afectada es mediante una biopsia.
Romel Moreno trabajó durante 17 años en una industria automotriz en Trujillo. En ese tiempo laboró sin protección y estuvo expuesto al asbesto, sin saber que ese material puede ser el causante de cáncer que padece.
El año pasado, el hombre de 32 años, recibió la terrible noticia de que un tumor canceroso en la tiroides y tuvo que dejar de trabajar.
“Los médicos me dijeron que no necesariamente el cáncer ocasionado por asbesto afecta al pulmón. Además en mi historia familiar no existen antecedentes de este enfermedad”, contó a RPP Noticias.
Pese a que puede existir una relación de su mal con la exposición al asbesto, en el Perú no existe un lugar donde se pueda diagnosticar el cáncer ocasionado por este material, que está presente en los productos de construcción, pinturas y en la industria automotriz. Así lo afirmó la abogada Zully Pinchi Ramírez, directora de la ONG Solidarios, quien denunció los primeros casos de los afectados por asbesto.
“Hemos buscado información en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y nos han manifestado que sí tienen conocimiento de estos casos, pero que no hay un lugar específico donde puedan hacer los análisis para poder corroborar si un paciente tiene o no asbestosis”, indicó.
Pinchi Ramírez manifestó que, según le refirieron los especialistas, las dos maneras de poder saber si una persona está afectada es mediante una biopsia, sacando una porción generosa del tumor para que sea analizada, y la otra, es cuando la persona ya ha fallecido.
Por su parte, Moreno solo quiere que se le paguen los beneficios sociales que sus empleadores le aduedan, pues tuvo que renunciar a su trabajo cuando le diagnosticaron esta enfermedad y, además, denunció que en estos 17 años trabajó sin un seguro médico, pese a lo riesgoso de su oficio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) mueren 100 mil personas en todo el mundo, a causa de la exposición al asbesto. Por esa razón, su uso ha sido prohibido en Estados Unidos y Europa.
En el Perú, el año pasado, el Congreso aprobó la norma que prohibía su utilización, pero esta aún no ha sido reglamentada y se encuentra en consulta en el Ministerio de Salud hasta el 31 de agosto.
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