Durante esta etapa, las mujeres pueden sentir bochornos, fatiga, irregularidad menstrual, cambios de estado de ánimo, sequedad vaginal, entre otros.
A partir de los 40 años, el cuerpo de la mujer inicia una desaceleración en la actividad de sus órganos reproductivos, las funciones hormonales disminuyen considerablemente, se inician las irregularidades en el ciclo menstrual y el cuerpo se prepara para la llegada de la menopausia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina este periodo como perimenopausia.
“Durante esta etapa, las mujeres pueden sentir bochornos, fatiga, irregularidad menstrual, cambios de estado de ánimo, sequedad vaginal, entre otros. La intensidad de los síntomas es diferente en cada mujer”, refirió el doctor Fernando Valencia, ginecólogo de Oncogyn.
Se calcula que solo el 10% de las mujeres experimenta un cese abrupto de las menstruaciones e inicia la menopausia sin pasar por este periodo previo; sin embargo, la gran mayoría inicia esta etapa con ciclos y flujo de sangre irregulares a causa de la reducción de estradiol (hormona responsable de la regulación del ciclo menstrual), lo cual también reduce el potencial de fertilidad.
Asimismo, el proceso de descalcificación de huesos aumenta considerablemente. “En este momento, es común que haya una importante pérdida de la densidad de los huesos. Lo más problemático es que la mayor parte de mujeres no toma ninguna medida para prevenirlo”, indicó Valencia.
Al respecto, el especialista recomendó a las mujeres en general a realizarse un estudio completo con la finalidad de evitar posibles trastornos en el futuro, que por edad y estado físico, no puedan ser superados.
“El tratamiento farmacológico durante la perimenopausia, no es general. Cada síntoma tiene su propio tratamiento y eso depende de cada mujer. Con la prevención de estos síntomas se puede aminorar e, incluso, anular los estragos de la menopausia”, puntualizó el galeno.
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