El chupón parece mejorar el ritmo cardíaco en los recién nacidos, lo que parece servir como mecanismo para proteger contra la muerte súbita, revela estudio.
El chupón previene la muerte súbita del lactante porque mejora el control cardíaco del recién nacido, según un estudio de científicos australianos que divulga la prensa local.
El equipo de Rosemary Horne, del Instituto Monash de Investigación Médica, centró su investigación en el impacto que tiene el chupón en la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y para ello vigilaron durante varios días el sueño de 37 bebés de entre dos y cuatro semanas, dos y tres meses, y cinco y seis meses.
Los científicos también dividieron a los bebés en usuarios y no usuarios de chupones para medir y comparar la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y además los hicieron dormir boca abajo, una posición que no se recomienda por considerarse de que existe un mayor riesgo en los neonatos de fallecer súbitamente.
Asimismo, hallaron que el acto de succionar el chupón aumentaba la variabilidad del ritmo cardíaco, que es una medida de las variaciones de los intervalos entre latido y latido y que indica la actividad de la regulación autónoma de la función circulatoria.
Sin embargo, las diferencias de la variabilidad del ritmo cardíaco solamente era evidente en el grupo de dos y cuatro semanas de nacidos, ya que los usuarios tenían una variabilidad más alta del ritmo cardíaco que los no usuarios cuando estos bebés no se encontraban succionando los chupones.
Horne dijo que el chupón parece mejorar el ritmo cardíaco en los recién nacidos, lo que parece servir como mecanismo para proteger contra la muerte súbita, aunque la científica admitió que aún no ha resuelto el misterio sobre cómo evitar estos fallecimientos.
El estudio de Horne también muestra que el chupete tiene un efecto en la presión sanguínea y en el ritmo cardíaco. Desde 2005, su uso ha sido recomendado en Estados Unidos para los bebés, aunque Australia y Nueva Zelanda lo miran con recelo.
EFE
Comparte esta noticia