Esto no significa que los besos sean contaminantes o dañinos.
Un estudio de 2014 realizado por la Organización de Investigación Científica Aplicada (TNO) de Holanda demostró que un beso de 10 segundos con lengua e intercambio salival puede transmitir hasta 80 millones de bacterias de boca a boca.
El objetivo de los investigadores era averiguar cómo los besos influyen en el microbioma bucal, para ello seleccionaron a 21 parejas tanto heterosexuales como homosexuales y tomaron muestras de sus lenguas y saliva antes y después de besarse. Para compararlas,usaron una escala del 0 (completamente similares) al 1 (nada similares).
Luego de analizar genéticamente las muestras para identificar la presencia del ácido ribonucleico ribosómico (rRNA), molécula que permite localizar a los distintos géneros bacterianos, vieron que los amantes tienen una tasa media de similitud de 0,37 frente al 0,55 de los no amantes. Hay que tener en cuenta que el perfil de flora bacteriana de un mismo individuo puede variar mucho entre muestra y muestra.
La similitud en el microbioma de las parejas es particularmente destacada en las muestras tomadas de la lengua. De hecho, en la saliva las diferencias son muy elevadas tanto entre los amantes como entre los desconocidos (0,71 para los primeros y 0,72, para los segundos). "La saliva es un entorno muy dinámico. Al tragar constantemente, apenas podemos hallar similitudes", dice Remco Kort, autor del estudio. De hecho, aún no está claro si la saliva tiene su propia flora bacteriana o si las bacterias que hay en ella proceden de otras zonas de la boca.
Para determinar cuánto influyen los besos en el microbioma de las parejas, los investigadores realizaron dos experimentos más. Preguntaron a las 21 parejas sobre su frecuencia de besos y así vieron que había una correlación entre los besos declarados y la similitud bacteriana de la saliva. También vieron que, con nueve besos con lengua al día, la similitud entre floras bacterianas era alta; sin embargo, no había correlación con las bacterias de la lengua.
En ese sentido, Kort explicó que para determinar la verdadera influencia de los besos en el microbioma compartido habría que hacer un seguimiento de dos años a las parejas participantes. Además, recuerda que factores como tener la misma dieta o usar la misma pasta dental también influyen.
El efecto de los besos en las bacterias de la saliva
Para determinar esto, Kort y su equipo emplearon un yogur microbiótico, que al contener grandes cantidades de bacterias como Streptococcus, Lactobacillus y Bifidobacterium, pudieron usarlas como marcadores fáciles de diferenciar de las bacterias propias de la boca y tambiénj contarlas.
Así volvieron a medir la flora bacteriana de las parejas y luego a uno de los miembros se le pidió que tome el yogur. Tras ello, se tuvieron que dar un beso largo. Después se les midió nuevamente la flora bacteriana y estimaron que unas 80 millones de bacterias pasan de boca a boca en un beso de 10 segundos.
Comparte esta noticia