Pérdida de la visión, síndrome de túnel carpiano y excesivo estrés acechan a las estrellas de los deportes electrónicos.😯
Los 90 mejores de Dota 2 en el mundo se reunieron en China para The International 2019 en busca de más de 34 millones de dólares enfrentándose a riesgos para la salud inherentes a su disciplina: pérdida de visión, problemas digestivos o lesiones en la mano.
"¿Cómo puede uno lesionarse jugando a videojuegos?", se preguntaba Evgenii 'Blizzy' Ri, reputado jugador de 24 años procedente de Kirguistán.
Hasta el día que un médico le aconsejó tomarse seis meses de descanso para que su visión pudiera recuperarse.
Evgenii 'Blizzy' Ri jugó para Natus Vincere (Na’Vi). Junto a sus compañeros, el jugador kirguís se midió a otros 17 equipos en el juego Dota 2, muy practicado por profesionales, ante miles de espectadores congregados en un estadio cubierto en Shanghái.
"Antes no me preocupaba por ello. Pero ahora tengo la impresión de que (...) no logro ver demasiado bien", explica 'Blizzy', quien juega desde hace diez años y se entrena más de 12 horas al día.
Se le aconsejó llevar gafas, pero le resultan incómodas. Y de todas formas, señala, su visión deteriorada no repercute en sus actuaciones porque la pantalla está muy cerca de él.
"Mi médico me pidió dejar la computadora seis meses, pero no puedo hacerlo. Necesito jugar", confiesa.
Según varios jugadores presentes en el torneo de Shanghái, la afección que más se repite entre los profesionales es el síndrome del túnel carpiano.
Esta dolencia se produce debido a los gestos repetitivos de la mano y de la muñeca. La persona afectada puede sentir entumecimiento, dolor u hormigueo en los dedos.
En los casos más graves a veces es necesaria una intervención quirúrgica.
Para algunos jugadores ese problema conllevó incluso su retirada profesional. Otros señalan dolores de espalda, producidos por estar sentados casi todo el día.
"Tras jugar me convertí en entrenador porque no soportaba los dolores", explica Kurtis 'Aui_2000' Ling, entonces coach del equipo Newbee. Ahora ha vuelto a la escena profesional en un nuevo equipo.
Presión alta
Otro riesgo de los eSports: la presión nerviosa a veces extrema de los jugadores. En particular cuando están en juego sumas astronómicas que podrían solucionar la vida.
Los participantes son en general jóvenes, en torno a los 20 años, y se enfrentan en un medio ultracompetitivo.
"A veces tengo la impresión de tener agujetas por todo el cuerpo", confiesa Ryan 'Raging Potato' Jay Qui, del equipo Mineski.
Aunque los eSports atraen desde hace unos años importante flujos de dinero, existen otros aspectos que mantienen alejada a la disciplina de las normas de los demás deportes profesionales.
Roman Dvoryankin, director general de Virtus.pro, explica además que muchos profesionales no son conscientes de la importancia de una buena alimentación, de hacer ejercicio o de sentarse correctamente.
"Constatamos en algunos jugadores que su sistema defensivo no funciona correctamente, y que tienen problemas de estómago", indica Dvoryankin.
"Todos los equipos tratan de hacer entender a sus jugadores que hay que hacer pausas, ejercicios, estirar bien (...) pero a veces resulta complicado cambiar sus hábitos cotidianos".
En un ambiente recién en desarrollo, muchas veces lo que importa es hacerse notar a pesar de que la salud sufra. "Eso es con el tiempo. Los jugadores, con lo poco que tienen intentan subir lo más que puedan y de ahí agarrar más apoyo", explicó Adrian 'Wisper' Cespedes, exintegrante de Infamous Gaming.
Con información de AFP
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