Con el dinero que reciben por tediosas tareas en los juegos, pueden duplicar o triplicar el sueldo promedio de los trabajadores en el país en crisis.
La situación en Venezuela sigue siendo grave y miles de personas tienen que emigrar para enviar dinero a sus familiares en el país. La inflación afecta drásticamente y los sueldos en el país no superan los 50 dólares mensuales. Sin embargo, hay jóvenes que obtienen más dinero de una forma menos tradicional: pasar horas de horas en videojuegos.
A estas alturas, ganar dinero en videojuegos no es tan raro (podemos pensar en profesiones cercanas o los propios esports). Sin embargo, la técnica usada por algunos venezolanos es muy particular: lo hacen a través del farmeo en videojuegos multijugadores masivos como World of Warcraft o RuneScape.
Farmear viene de farming, o "cultivar" en inglés. En muchos videojuegos de mundo abierto, se manejan economías internas que dependen del dinero virtual o ítems valiosos, muchos de ellos producto de horas y horas de tediosas tareas. Esto se puede comercializar en mercados virtuales, que a la larga se traducen en transacciones de dinero real. Es aburrido para muchos, pero un trabajo real para otros.
BBC cuenta la historia de Luis Matheus, un joven de 24 años que juega cuatro horas al día en RuneScape. “En Venezuela, la moneda se ha devaluado tanto que el oro del juego tiene más valor que el bolívar”, indica al medio. Por ejemplo, la moneda de Warcraft puede ser hasta 7 veces más valiosa que los bolívares.
Por su dedicación, obtiene 40 dólares mensuales a través de plataformas como PayPal. Antes trabajaba como traductor de ingles e italiano, pero por la crisis su ex empleo desapareció y ahora le es difícil encontrar un trabajo a su nivel. “Ahora no tengo jefe encima ni un horario y tengo flexibilidad para atender asuntos familiares”.
Roberto, otro muchacho que se dedica a lo mismo, pasa 6 horas diarias y gana 120 dólares mensuales, más del doble que el promedio en el país.
Sin embargo, ellos también sufren de un problema constante: los fallos en la electricidad de sus ciudades.
En marzo del 2019, ProGamer reportó como estas personas eran afectadas por los apagones nacionales, quitándoles su única forma de generar ingresos de manera rentable.
Asimismo, son víctimas de la discriminación interna en dichos juegos, ya que esta práctica era condenada comúnmente. Pese a ello, también reciben apoyo de los demás jugadores, y su impacto es tal que un día sin los jugadores venezolanos "farmeando" algunos objetos, los mercados virtuales fluctúan drásticamente.
Por fortuna, también han conseguido hacer amigos de toda Latinoámerica, quienes han prometido recibirlos con los brazos abiertos si es que algún día deciden salir del país.
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