WWE y 2K regresan con el segundo juego de la renovada franquicia. La entrega pasada convenció a los fanáticos. ¿Esta podrá retenerlos?
WWE 2K es una saga que muchos de los jugadores amaban porque podían recrear las peleas más recordadas y espectaculares de WWE en sus consolas. Sin embargo, WWE 2K20 fue un punto de quiebre para muchos debido a su poco amor y grandes errores en su desarrollo.
Sin embargo, tras una para, WWE y 2K regresaron con una nueva fórmula con el lanzamiento de WWE 2K22, un juego que reseñamos y que pudo sacarnos esa espina clavada en nuestros corazones para enrumbarnos nuevamente a la diversión. Con las bases ya establecidas, es ahora WWE 2K23 el gran reto de ambas empresas para ratificar el momento y dar prueba de la sostenibilidad de la saga en el tiempo. Tras jugarlo este fin de semana, ¿podemos recomendarlo?
WWE 2k23: una base similar, pero muchos más detalles
Mis primeras partidas en WWE 2k23 han sido sorprendentes.
Me han gustado muchos detalles ahora más amigables y particulares para los combates. Por ejemplo, algunos movimientos especiales, más allá de los botones que lo activan, necesitan que el jugador pueda accionar una serie de botones para que puedan salir a la perfección, pero también brindándole una ventana de oportunidad al rival a cancelar la llave, tal como sucede en los combates reales.
Otro punto que me gusta es tener más accesible algunas cancelaciones de conteo con un solo botón, logrando realizar los ‘paquetitos’ y que pueden ocasionar victorias más que inesperadas.
Sobre los conteos, ahora no necesitarás presionar un solo botón con gran insistencia para salir de ello, sino que deberás encajar el movimiento del joystick con un barra que se desplaza a más movilidad y menos tamaño a medida que sufres más golpes en la pelea.
Las físicas del juego también han mejorado con respecto a la entrega pasada. En 2k22, si hacías un suplex al rival cerca a las cuerdas, estas se movían como gelatina y provocaban una fea animación en pantalla. En WWE 2K23, las cuerdas son más estables y la IA de los personajes los ubica a una distancia prudente de ellas para que no puedan malograr nuestra experiencia con este tipo de glitch.
Los menús ahora son más limpios y sencillos, aunque no caen en la simpleza. De fondo las animaciones de los luchadores y diferentes titantrons acompañan las gráficas.
Me encanta el hecho de que los managers en las peleas se entrometan y cancelen las cuentas, tal como sucede en WWE. Me gusta mucho también que cuando formes facciones, estas pueden desenvolverse y tener interacciones únicas tal como en el caso de ‘The Bloodline’ y ‘The New Day’.
Eso sí, quiero dejar algo en claro: siento que hay un retroceso en los rostros. No los vio muy cuidados al máximo a la mayoría de ellos, aunque físicamente los portes sí eran mucho más modelados.
Novedades jugables en sus modos y aspecto técnico
¡WARGAMES! El modo de combate incluido en esta edición es un total acierto. Aunque casi nuevo para los shows principales, los juegos de guerra han sido vistos desde hace décadas en la lucha libre y podrían darnos la idea de cómo los luchadores puedan dar muy buenos combates en equipos. Dos rings, una jaula gigante y mucha, pero mucha acción al centro. Te recomiendo jugar con alguna facción en específico y podrás sacarle el jugo al modo.
Del Showcase me agrada la idea de poder controlar a los rivales que derrotaron a nuestro protagonista, en este caso, John Cena. Revivir luchas como el de ECW One Night Stand 2006 es muy gratificante, aunque siempre termino haciéndolo de formas muy distintas: no logro realizar los objetivos en específico, por lo que no siempre puedo recibir las recompensas por ello. Es prácticamente un documental y creo que muchas personas apreciarán ver a Cena en una nueva faceta, con su voz dándole narración a sus propios encuentros. Y claro, verlo perder no es desagradable: es el símbolo del ‘Nunca te rindas’ y sus derrotas, cuantiosas en muchas etapas, fueron necesarias o para que él siga creciendo o para impulsar nuevos luchadores.
El modo MyRISE ahora presenta una oportunidad para ascender como superestrella tanto para los varones como para las mujeres. Y el mejor cambio que se tuvo es que ya no es la historia cliché de superación: como luchador, eres un personaje indie de renombre que llega a WWE y obtiene el título Intercontinental en su primera nombre; mientras que, como luchadora, eres la sobrina novata de una leyenda ya posicionada que intenta mostrar sus habilidades para que dejen de verte como alguien que obtuvo su puesto por su apellido.
El modo Universo es el que más ha mejorado, con algo que realmente me ha encantado: el poder tener acción en acciones más allá de los combates: puedes programar ataques previos, que otras estrellas desafíen a los ganadores o simplemente un apretón de manos al final de encuentro. Eso sí, siguen debiéndonos una mayor configuración para promos: ¿acaso la lucha libre puede sobrevivir sin sus estrellas luciéndose con el micrófono?
Los dos modos que aún estoy aprendiendo a querer son MyFaction y MyGM. Nunca han sido de mi gusto, pero están mejorando. La nueva característica principal es la adición de un modo llamado Online Quickplay para que puedas desafiar a tus amigos u otros miembros de la comunidad en línea usando tu propia facción. El segundo ahora puede tener cuatro mánagers en conjunto y mantiene más tipos de combate en los shows como las triple amenazas.
Detalles a mejorar
No considero que haya un gran incremento de roster en cuanto a la versión pasada. Tenemos algunas versiones de Cena y claro, nuevamente está Bray Wyatt y el posible próximamente gran campeón Cody Rhodes. Sin embargo, no hay un salto considerable.
En lo particular, la banda sonora (escogida por John Cena) no estuvo tan potente, aunque sí rescato una la sesión de Bizarrap y Quevedo e incluso algo de IDLES.
Los tiempos de cargas son mejores a los del año pasado, pero siguen siendo un poco lento por momentos, especialmente en la interfaz de personalización en algunos modos.
Pocos bugs y glitches en mi tiempo de prueba. Nada del otro mundo.
¿Vale la pena WWE 2K23?
WWE 2K23 hace un gran trabajo en tener mejoras en detalles con respecto a su anterior entrega. No es revolucionario, pero su fórmula es refinada en muchos sentidos, especialmente en lo jugable. Tiene a uno de los ídolos de la mayoría de los fanáticos de WWE de portada y en el modo principal de campaña, lo que lo hace aún más imprescindible. Si te gusta la lucha libre y tienes amigos para sacarle el máximo provecho, es un título muy recomendado.
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