Para el 2011 hubo más de 65,000 Jedis registrados en Australia, superando a los más de 58,000 que se registraron en el 2006.
Lo que comenzó como una broma ahora se ha convertido en una molestia política en Australia. En el año 2001 cientos de australianos fanáticos de Star Wars decidieron profesar la religión Jedi y manifestarlo públicamente en el censo poblacional que se da cada cinco años en dicho país.
La religión Jedi. La idea de esta curiosa iniciativa era que si se reunían suficientes devotos, el gobierno tendría que reconocer la religión Jedi como oficial. En 2006, 58.053 ciudadanos se unieron a la fe Jedi. En 2011 subieron a 64.390. Este 2016 se realizará un nuevo censo y se calcula que esta cifra se incrementará. Pero, ¿por qué estos nuevos Jedis están causando problemas?
Ateos preocupados. Según informa el portal Gizmodo, para la Fundación de ateos australiana (AFA por sus siglas en inglés), el problema de declararse Jedi en el censo es que la administración clasifica automáticamente a la persona como religiosa. Es decir, hace parecer a Australia un país mucho más religioso de lo que en realidad es.
Tema de religiones. El censo es la herramienta que se utiliza para distribuir parte del gasto social de los presupuestos generales. Cuando un ciudadano se declara de una religión no reconocida -como la que profesan los caballeros Jedi-, la administración los registra en un grupo denominado "not defined" donde están otras religiones minoritarias.
Campaña en redes. Esto ocasiona que movimientos como el ateo pierden influencia y la posibilidad de acceder a financiación pública. Tanta es su preocupación que han lanzado una campaña en redes sociales denominada Don’t Mark Yourself As Jedi ("No te marques como Jedi"). Sin embargo, algunos ciudadanos que se declaran Jedis señalan que lo suyo es un compromiso serio con su creencia.