Como apocalipsis zombi han calificado los últimos hechos que se iniciaron con el ataque de una persona de 31 años a un mendigo.
Los continuos casos de canibalismo en Miami abrieron la polémica de que estos guarden relación con un ataque de muertos vivientes y hasta han generado conjeturas de una posible apocalipsis zombi, a lo que las autoridades han respondido con un contundente no.
A través de los años, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han publicado sobre "advertencias zombis", que en realidad son solo trucos de preparación para desastres. Pero el último jueves, la agencia lo hizo oficial: los zombis no existen.
"Los CDC no tienen conocimiento de un virus o una condición que reanime a los muertos (o uno que se presentan como síntomas de zombis)", escribió el portavoz de la agencia David Daigle, en un correo electrónico a The Huffington Post.
Sin embargo, los recientes incidentes en las que personas supuestamente comían carne humana han repercutido en internet, al punto de que "apocalipsis zombie" sea el término de búsqueda más popular en Google en la mañana del viernes.
La locura zombi parecía comenzar con un ataque en Miami el sábado, cuando Rudy Eugenio, 31 años, fue asesinado por la policía, mientras comía casi la totalidad de la cara de un mendigo. La víctima, Ronald Poppo, sobrevivió milagrosamente, pero los médicos están teniendo dificultades para encontrar la manera de reconstruir su cara.
Luego, el martes, Alexander Kinyua (21) de Maryland habría admitido que descuartizó a su compañero de habitación y luego comió su corazón y el cerebro.
Policías en Canadá también están buscando a un actor porno de bajo presupuesto que presuntamente mató a un joven con un picahielo, desmembró el cuerpo y luego comió la carne del cadáver.
Luka Rocco Magnotta es buscado después de que presuntamente enviaron por correo algunas de las partes del cuerpo a Ottawa.
Los zombis se han confirmado en el reino animal, pero no en los seres humanos. Un hongo recién descubierto en un bosque tropical de Brasil, llamado Ophiocordyceps camponoti-Balzani, infecta a una hormiga, se apodera de su cerebro para mover el cuerpo a un lugar bueno para el crecimiento, y luego matar a los insectos.
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