Álvaro Gámez es un ministro de la iglesia Evangélica de Salem. En junio aparecieron videos en los que se ve al evangélico en actos sexuales.
Una jueza de Bogotá dejó en libertad, tras diez horas de audiencia, a Álvaro Gámez, un pastor de la iglesia Evangélica de Salem, que había sido acusado por la Fiscalía de abusar sexualmente de varias de sus feligresas.
Gámez se entregó a la Justicia el pasado domingo tras ser emitida una orden de detención contra él en Pasto, la capital del departamento de Nariño (sur), donde el pastor evangélico cometió presuntamente estos abusos.
El abogado del pastor, Abelardo de la Espriella explicó hoy que "la imputación quedó mal planteada por parte de la Fiscalía general" ya que las víctimas "reconocieron en su declaración que los encuentros se dieron de forma voluntaria".
"El proceso ha quedado herido de muerte ya que la imputación quedó mal planteada y eso ya no tiene reversa", sostuvo el abogado, también defensor de causas como la de Dania Londoño, la prostituta de Cartagena que puso en jaque al servicio secreto estadounidense.
De la Espriella explicó que con una de las mujeres que acusan al pastor tuvo más de un centenar de relaciones sexuales con él y que por este motivo el juzgado de Bogotá reconoció que no había delito.
"Al pastor le puede caber un reproche de orden ético y moral, pero eso es una cosa distinta a la de un reproche penal", añadió.
El caso saltó a la luz a mediados del mes de junio, cuando empezaron a circular videos en los que el pastor evangélico participaba en actos sexuales, así como testimonios de mujeres que aseguraron ser víctimas de Gámez.
EFE
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