Tras aclarar que al hombre no le faltan costillas, científicos creen que lo escrito en la Biblia es simbólico y podría referirse a otro hueso.
El Libro del Génesis dice textualmente: "Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre".
Sin embargo, los científicos han constatado que al hombre no le faltan costillas, por lo que creen que lo escrito en la Biblia es simbólico y podría referirse a otro hueso del cuerpo humano. ¿Pero cuál?
Al respecto, el profesor de biología Scott Gilbert, del Swarthmore College de Pennsylvania, apuntó que al hombre efectivamente le falta un hueso respecto a otras especies de mamíferos: el báculo, ubicado en el pene.
De hecho, el experto considera que este detalle se conocía en la antigüedad, llegando a la conclusión de que la creación de la mujer podía ser un mito explicativo de esta desaparición.
"Un hueso situado en el órgano reproductor es simbólicamente más fuerte que otro del cual existe una docena en el cuerpo humano", comentó el especialista.
¿Sería el báculo el hueso al que se hace referencia en la Biblia? Gilbert aporta otra prueba en su investigación.
Según los escritos, Dios "cerró la carne" de Adán tras quitar la costilla. Para el experto, esta es una clara referencia al rafe perineal, una suerte de línea que corre a lo largo del órgano reproductor masculino.
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