La mujer cuenta que se emocionó mucho al ver por primera vez al clon, al que ha llamado Double Trouble y que se encuentra desde hace unas semanas en su casa.
Una mujer de Nueva York pagó hace unos meses 50.000 dólares a unos científicos surcoreanos para que clonaran al "amor de su vida", su perro Trouble, cuya muerte hace tres años no había podido superar hasta ahora.
"Era como el hijo que nunca tuve y lo trataba mejor de lo que la mayoría de la gente trata a sus hijos", asegura Danielle Tarantola en un documental sobre su peculiar historia que se emitirá hoy en una cadena de televisión TLC.
La mujer cuenta en "Yo cloné a mi mascota" que se emocionó mucho al ver por primera vez al clon, al que ha llamado Double Trouble y que se encuentra desde hace unas semanas en su casa del barrio neoyorquino de Staten Island.
Trouble iba "por delante de cualquiera", incluso de su marido y de sus padres, añade la neoyorquina, quien tres años después de la muerte de su mascota no ha sido capaz de tirar nada de lo que perteneció al perro.
Tarantola todavía conserva en la nevera una botella de plástico con el agua que quedaba en el bebedero de Trouble cuando murió, así como unos muslos de pollo que iba a comer el perro y que guarda en el congelador.
La mujer contactó hace meses con los científicos surcoreanos, los únicos en el mundo que clonan perros, y tras pagar 50.000 dólares y enviar unas muestras de ADN, siguió de cerca el embarazo y vivió el nacimiento de Double Trouble a través de Skype.
"Fue increíble, no me lo podía creer", recuerda la neoyorquina sobre el momento en que el nuevo perro llegó a su casa, y añade que Double Trouble es idéntico al que fuera el "amor de su vida" y que incluso tiene una "personalidad" similar.
Tarantola convivió con Trouble durante 18 años y aunque murió hace tres años sigue estando presente en su casa gracias a un enorme mural que preside una de las paredes, además de otras fotografías y recuerdos.
EFE
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