Diez paradas fueron instaladas bajo el agua. Con traje de buzo 50 fieles cargaron una cruz blanca de madera y recorrieron 14 paradas religiosas ubicadas en Puerto Madryn, Patagonia argentina.
Una novedosa forma de recorrer el Vía Crucis por Semana Santa congregó a cerca de tres mil personas en las costas de Puerto Madryn. Desde hace 8 años el Vía Crucis submarino es la tradición más popular de Argentina en estas fechas.
Con el padre Juan Gabriel Arias a la cabeza, 50 fieles con trajes de buzo se sumergieron e iniciaron un camino de 500 metros por debajo del agua, cargando una pesada cruz blanca de cuatro metros de alto, por las paradas del muelle Luis Piedra Buena. Los espectadores siguieron el acto religioso desde la playa con una pantalla gigante que permitió observar los detalles en cada movimiento de los buzos.
“La Iglesia siempre busca nuevas maneras de comunicar el mensaje y esta es una de esas maneras. Gente que no haría un Vía Crucis en una parroquia sí participa en este. Es otro contexto, pero el mensaje es el mismo”, indicó el padre Arias, también popular por sus afinidades deportivas con el fútbol y el Racing.
Mientras el grupo avanzaba en el trayecto submarino, el sacerdote Arias relataba a través de un hidrófono el camino de la cruz.
El Vía Crucis culminó con la salida del grupo de buzos hasta la orilla de la playa, allí, iluminados por fogatas, el coro parroquial juntó a los presentes para cantar alabanzas de gloria.
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