La idea es convencer a las familias de que rechacen a aquellos pretendientes de sus hijas que no acepten construir váteres en sus casas, para fomentar la higiene básica entre la población.
"Sin retrete, no me caso" ha sido el reclamo de una campaña promovida por el Gobierno de un estado del norte de la India, que ha conseguido que se construyan 1,4 millones de inodoros en un país donde la mitad de la población carece de ellos.
En una nueva edición hoy del Día Mundial del Retrete, la oficina de Unicef para el Sur de Asia puso como ejemplo los éxitos de "No toilet, no bride", la campaña de cuatro años impulsada desde 2009 por las autoridades de Haryana, un pequeño estado vecino de la región de Delhi.
La idea es convencer a las familias, que normalmente se encargan de concertar los matrimonios en la India, de que rechacen a aquellos pretendientes de sus hijas que no acepten construir váteres en sus casas, para fomentar la higiene básica entre la población.
Popularmente conocida como "no loo, no "I do"" (no váter, no "sí quiero"), la iniciativa cuenta con el apoyo financiero de los Gobiernos estatal y central, que costean el 80 por ciento de la construcción del baño en los hogares más pobres.
"Llevó mucho trabajo crear conciencia sobre la higiene. Pero nos dimos cuenta de que implicando a las mujeres sería más sencillo", explicó recientemente la directora del Departamento de Desarrollo para Mujeres y Niños de Haryana, Neerja Shekhar.
Pero ahora, "muchas familias pobres tienen un lavabo en su casa" gracias a los fondos donados a los hogares por debajo del umbral de la pobreza, añadió, citada por distintos medios indios.
"Este tipo de aspiraciones pueden servir como un impulso fantástico para las comunidades" de toda la India, declaró a Efe la directora de comunicación de Unicef en el Sur de Asia, Sarah Crowe.
Crowe consideró que es preciso educar para "romper el tabú" que aún rodea a los retretes en la India, donde 638 millones de personas carecen de ellos, del total de 716 millones en todo el sur de Asia, según datos de Unicef.
En 1999, el Gobierno indio lanzó su "Total Sanitation Campaign", un programa dotado con casi 3.000 millones de dólares que preveía la construcción de 118 millones de retretes domésticos, 11,2 millones en escuelas, 400.000 en guarderías y 28.000 váteres públicos en la India rural.
Pero, según datos oficiales, hace dos años aún quedaban por construir letrinas en 115 millones de hogares rurales, por lo que se antoja difícil cumplir el objetivo oficial de acabar con la "defecación al aire libre" en 2012.
En un comunicado, Unicef-Sur de Asia alertó de los riesgos a que se expone la población que defeca al aire libre, expuesta a enfermedades como la diarrea, la malaria y el sida, y cifró en 500.000 los niños sudasiáticos que fallecen cada año a causa de las escasas condiciones de salubridad y la suciedad del agua.
Las ONG que colaboran en las campañas gubernamentales para promover el uso del retrete advierten de que, además de los riesgos para la salud, las mujeres se exponen a ser acosadas sexualmente cuando se alejan de sus casas para hacer sus necesidades, normalmente antes de la salida y después de la puesta del sol.
Crowe consideró loable la aspiración de las jóvenes casaderas de Haryana de conseguir "una vida mejor" gracias a las instalaciones sanitarias que exigen en sus futuros hogares.
En su comunicado, Unicef-Sur de Asia alertó de que la región no va bien encaminada para conseguir cumplir el respectivo Objetivo del Milenio, que según sus cálculos será posible, a este ritmo, sólo en 2043, 28 años después del calendario previsto.
En la India, "hay más hogares con televisiones y más personas que tienen teléfonos móviles que instalaciones sanitarias decentes", lamentó la organización.
EFE
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