El pequeño Timofey vive este momento como si estuviera en una montaña rusa.
Para Anton Avdeyev de Kazajstán y su hijo Timofey, se ha convertido en una tradición anual su visita al hipódromo donde practican el deporte extremo del drifting, un estilo de manejo que consiste en derrapar formando piruetas en la pista.
Cada año, el padre sube a la plataforma de YouTube esta experiencia que vive con su hijo. Lo mejor de esta tradición, es la reacción de Timofey, que cada año lo vemos muy emocionado y a la vez asustado con la temeraria experiencia.
Sentado en el coche, el pequeño Timofey vive este momento como si estuviera en una montaña rusa, también grita y tiene los ojos muy abiertos.
De hecho, él grita durante los minutos que dura el video, pero sin duda disfruta el momento.
Aquí podrás ver los videos del año 2013, que cuenta con 2 millones y medio de visitas, mientras que el video divulgado en 2014 tiene más de 3 millones.
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