La mejor manera de evitar una broma de mal gusto es "reírte con" y "no reírte de".
Muchas veces pasa que cuando se juntan los amigos salen a relucir las típicas bromas de ‘patas’, esos chistes que gracias a la confianza que se tienen suelen ser subidas de tono y un tanto incómodas.
Sin embargo, qué pasa cuando al intentar caer "simpático" demostramos, con una broma de mal gusto, ser totalmente lo contrario, provocando incluso que la gente a nuestro alrededor se aleje.
El conferencista y consultor empresarial Jaime Herrera indicó que la mejor manera para evitar una broma de mal gusto es riéndose con alguien y no reírse de alguien.
“Hay que diferenciar el reírse de, que el reírse con. El reírse de, es la burla, es reírse y burlarse de alguien; reírse con, es reírse con las personas sobre un hecho circunstancial, algo gracioso y simpático”, expresó.
Reírse de alguien es negativo, pues burlarse de una persona en cualquier tipo de circunstancia y lugar (en la empresa o en la familia) resulta muy negativo y podría perjudicar futuras amistades.
“Por ejemplo estos casos de cámaras indiscretas donde todo el mundo se ríe. Se están burlando de la desgracia ajena, esa persona la está pasando mal. Al final se ríe para la cámara pero en el fondo ha quedado medio traumando por las risas que ha provocado”, señaló.
El consultor recomendó tener mucho cuidado pues el bullying inicia como una burla y termina siendo algo muy negativo.
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