El espacio de riesgo donde surgen los conflictos en relación a la familia extensa (suegros, cuñados, etcétera) es cuando se comienza a involucrar en el terreno de la crianza de los hijos.
Señalar a la suegra como una ‘metiche’ es común en nuestra cultura. Y pueda ser que algo tenga de cierto. Frente a esto, la nueva familia debe establecer límites entre lo que son como pareja y distinguirse de la familia extensa, así lo señaló la psicóloga María del Pilar Montero.
Montero, quien también es terapeuta familiar, dijo que las fricciones entre uno de los cónyuges y la familia política suelen empezar en dos momentos: cuando la pareja decide unirse y vivir en casa de los padres y cuando piden ayuda a los abuelos para la crianza de los hijos.
“Cuando un hijo y su familia vive en casa de sus padres, los abuelos no ven al papa sino al hijo y comienzan a asumir un rol más directivo en la crianza de los niños. Pueden ocurrir descalificaciones en relación a la educación o faltas de acuerdo sobre qué es mejor para los hijos”, dijo.
“Esto va a redundar en las normas y los límites que se impongan a los niños y puede repercutir en la relación de pareja. El rol parental se ve desestabilizado por los abuelos que, a veces, su proceder no coincide con lo que piensan los papás en la forma de criar a un hijo”, indicó.
Para la experta, el espacio de riesgo donde surgen los conflictos en relación a la familia extensa (suegros, cuñados, etcétera) es cuando se comienza a involucrar en el terreno de la crianza de los hijos. Ese es el espacio de dificultad.
“Si vamos a depender de los abuelos para la crianza de los hijos, los límites deben ser muy claros, quienes deciden las reglas y recordarle a la familia extensa quién está a cargo y pone los límites a los chicos”, aseveró Montero.
Cuando uno de los miembros le cuesta romper en vínculo, esa frontera que tienen que haber entre las dos familias se rompe. Los abuelos comienzan a intervenir, a tomar decisiones, a opinar y no se va a dar opción a que el cónyuge también pueda dar sus puntos de vista.
Al respecto, Montero dijo que más que solucionar es importante prevenir este problema. “Si vemos que hay muchas personas que hay alrededor, opinando, interviniendo, hablarlos en ese momento, no dejarlo pasar, hasta el punto que estalle una crisis”, explicó.
Consejos para llevar una buena relación con la familia extensa
- Que la pareja converse sobre cómo quiere que sea la relación con las familias políticas. Dónde y cómo pasar navidad, el día de la madre y del padre, etcétera. Tienen que ser temas consensuados lo que implica que ambos tengan que ceder en algunas cosas.
- Evitar descalificar a la suegra. Hablar mal de la suegra a tu cónyuge puede resultar doloroso.
- Si uno de los miembros comienza a sentir que hay una invasión de la vida familiar por parte de la familia extensa, es bueno conversarlo inmediatamente con la pareja, escuchar su punto de vista, juicios, y tomar decisiones al respecto.
- Que los abuelos puedan seguir las pautas que la pareja da sobre los chicos. Que quede claro que quien monitorea el barco son los padres.
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