Si bien los habitantes de ciudades tienen un mejor acceso a sanidad, empleo y educación, la vida urbana también aumenta factores de riesgo como inactividad, dietas no saludables, consumo de tabaco y drogas que provocan algunos tipos de cáncer y diabetes del tipo 2.
Ante la rápida y masiva urbanización del planeta, un grupo de organizaciones y científicos internacionales lanzaron este martes una iniciativa en Ottawa para el desarrollo de ciudades, tomando en consideración el aumento de amenazas sanitarias y medioambientales.
Para el año 2045, según datos de la ONU, el número de personas viviendo en centros urbanos se situará en más de 6.000 millones, alrededor de 2.000 millones de personas más que hoy en día.
Y la mayor parte del crecimiento urbano se producirá en países en desarrollo, especialmente en África y en Asia. Sólo tres países (India, China y Nigeria) serán responsables por el 37 % del crecimiento mundial de la población urbana para 2050.
Este crecimiento aumentará la presión para construir ciudades que mejor puedan asegurar la salud y seguridad de sus habitantes, por lo que un grupo de expertos internacionales en salud, medioambiente y ciencias sociales y del comportamiento presentaron este martes un programa para responder a esta problemática.
El nuevo Programa de Salud y Bienestar Urbano está liderado por el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU, por sus siglas en inglés) y patrocinado por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), así como por la InterAcademy Medical Panel y servirá para guiar el desarrollo urbano en todo el mundo.
El profesor Pierre Ritchie, de la Universidad de Ottawa y vicepresidente del programa, explicó a Efe la necesidad del programa porque "estamos viviendo una transición urbana global. Cada semana añadimos un millón de personas a la población de los centros urbanos".
"Al anticipar los problemas y actuar ahora a medida que estas nuevas áreas urbanas son desarrolladas, evitaremos la difícil y costosa tarea de reconstruir en el futuro las ciudades para convertirlas en lugares más saludables para vivir", añadió Ritchie.
Anthony Capon, director del Instituto Internacional para la Salud Global de la UNU, declaró a Efe que el programa adoptará un "planteamiento de sistema" para entender las relaciones entre diseño urbano, gestión y estilo de vida con la salud y el bienestar.
"Cada vez más personas viven en las ciudades y el medioambiente urbano determina la salud de miles de millones de personas. Por ello, las decisiones sobre el desarrollo de centros urbanos afectará la salud de la mayoría de la población mundial", explicó Capon.
Los científicos destacaron que, aunque en general los habitantes de ciudades tienen un mejor acceso a sanidad, empleo y educación, la vida urbana también aumenta factores de riesgo como inactividad, dietas no saludables, consumo de tabaco y drogas que provocan algunos tipos de cáncer y diabetes del tipo 2.
Las enfermedades infecciosas también encuentran en los centros urbanos el caldo de cultivo apropiado para diseminarse más rápidamente como es en el caso del dengue y ébola.
Finalmente, la urbanización es también una de las causas del incremento de las enfermedades mentales debido al aumento del estrés, aislamiento social y otros factores.
El presidente de ICSU, Gordon McBean, dijo en un comunicado que "los riesgos a la salud y bienestar humanos están aumentando rápidamente con la urbanización no planificada. Las enfermedades infecciosas se diseminan más rápidamente y las enfermedades crónicas son fomentadas por la vida sedentaria".
"Para reducir estos riesgos son necesarias estrategias de adaptación", añadió McBean a la hora de presentar el programa.
EFE
Comparte esta noticia