Más de 200 000 recién nacidos mueren en el mundo por las bacterias resistentes a los antibióticos. Estas matarán más personas que el cáncer para el 2050, según estudio de la Universidad de Helsinki.
La leche materna tiene beneficios en el reforzamiento del vínculo madre e hijo, aporta proteínas y calorías en la nutrición del recién nacido y aportar en la disminución del riesgo de futuras infecciones del bebé. Ahora una nueva investigación comprobó que también protege al recién nacido de las bacterias resistentes a los antibióticos.
La investigación fue publicada en la revista científica Nature Communications y fue elaborada por científicos de la Universidad de Helsinki (Finlandia). La conclusión del estudio fue que los bebés que son amamantados durante al menos seis meses tienen menos bacterias resistentes a los antibióticos en sus intestinos si los comparamos con los bebés amamantados por un tiempo más corto.
El estudio científico llegó a este resultado luego de analizar la cantidad y la calidad de las bacterias resistentes a los antibióticos en la leche materna y el intestino que une a la madre y el hijo.
La leche materna es la primera vacuna del bebé
“Recordemos que la leche humana es la primera vacuna que recibe un bebé en los primeros minutos apenas nace”, comenta para RPP Noticias Jorge Abel Salinas, jefe de pediatría de la Clínica Internacional, al resaltar las varias virtudes de la leche materna en un recién nacido.
El también ex ministro de Salud señala que otras investigaciones anteriores incluso comprobaron que la leche materna es capaz de manejar una programación metabólica que es suficiente para prevenir que el niño, cuando sea adulto, desarrolle enfermedades no transmisibles.
Entre este tipo de afecciones están el sobrepeso, la obesidad, el síndrome metabólico, la diabetes, los problemas de colesterol y los problemas cardíacos.
“Todos los bebés deben recibir leche de su mamá, en forma exclusiva, por lo menos hasta los 6 meses de edad, e inclusive pueden utilizarla más allá de los dos años. Después de los seis meses la leche materna es buena, es necesaria, aunque probablemente no sea suficiente, por eso usamos alimentación complementaria”, enfatiza el pediatra Abel Salinas.
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