Para algunas personas comprar resulta algo más que un placer o una necesidad, se trata de una adicción. ¿Es este su caso?
Quizá para la mayoría de personas, sobre todo mujeres, ir de compras genera un inmenso placer. Para ellas un mal día puede mejorar una vez que empiezan a elegir zapatos, vestidos, adornos para la casa, etc. Y ellos, generalmente, se entretienen más comprando lo nuevo en tecnología o lo más cómodo para hacer deportes.
Hasta ahí todo bien. Pero hay personas para las que “comprar” resulta algo más que un placer o una necesidad: es una adicción.
"El comprador normal siente placer al adquirir lo que desea; pero el compulsivo no se conforma con nada. Siempre hay algo más que desea comprar y no puede ponerse límites", explica la psicóloga clínica Lupe Maestre.
La especialista y también conductora de RPP Noticias manifestó que estas personas compran irracionalmente y calman su ansiedad, pero posteriormente sienten un intenso sentimiento de culpa, pues suelen adquirir cosas que no necesitan.
"Esta es una enfermedad que compromete el pensamiento, el impulso y el estado de ánimo. Los estudios señalan que este problema se presenta más en personas depresivas o con elevados niveles de ansiedad", dice Maestre.
¿QUÉ DEBE HACER SI ES UN COMPRADOR COMPULSIVO?
- Haga una lista de lo que necesita y procure cumplirla. Póngale un límite a su dinero y a sus compras, lo más recomendable es no llevar tarjetas de crédito.
- Evite salir de compras cuando esté triste o eufórico, porque en estos estados será más difícil controlarse.
- Converse con sus amigos o familiares sobre el tema para que sienta que lo apoyan.
- Acuda al especialista. Quienes padecen de este trastorno deben ser tratadas bajo el mismo esquema de quienes sufren cualquier compulsión, incluidas las adicciones al juego o a las drogas.
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