Éste es el resultado del estudio OCEANS en fase III, en el que se analizaron cerca de quinientas mujeres previamente tratadas y sensibles a la quimioterapia basada en platinos.
Una terapia biológica añadida a la quimioterapia, que representa el primer gran avance en una década contra el cáncer de ovario, reduce un 52% la progresión de este tumor del que en España se diagnostican unos 3.000 nuevos casos cada año, la mayoría en fase avanzada.
Éste es el resultado del estudio OCEANS en fase III, en el que se analizaron cerca de quinientas mujeres previamente tratadas y sensibles a la quimioterapia basada en platinos.
La doctora Carol Aghajanian, del Centro Oncológico Memorial Sloan-Kettering de Nueva York y coordinadora de esta investigación, ha presentado sus resultado en la 47 Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que se celebra en Chicago.
Aghajanian ha descrito que el uso del principio activo Bevacizumab más quimioterapia, seguido del citado antiangiogénico en solitario, permite disminuir el tamaño del tumor y aumentar la supervivencia sin que éste progrese por un periodo superior a un año.
En declaraciones a Efe, el doctor Andrés Poveda, del Instituto Valenciano de Oncología y fundador del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), ha recordado que las afectadas deben afrontar una enfermedad con escasas opciones terapéuticas y un alto riesgo de recaídas.
Cuando el cáncer reaparece, el objetivo del tratamiento debe ser controlar el tumor, procurando retrasar todo lo posible la progresión y haciéndolo además con la mayor calidad de vida posible.
El doctor Antonio González, asesor internacional del estudio y especialista del Centro Oncológico MD Anderson España de Madrid, ha esgrimido, en declaraciones a Efe, que es precisamente lo que ha logrado el antiangiogénico Bevacizumab, "la primera terapia biológica que ha mostrado ya beneficios en varios ensayos, cuando se añade a la quimioterapia".
A juicio de ambos expertos, el hallazgo "abre una puerta a la esperanza" para estas pacientes, que tienen que enfrentarse al tumor ginecológico de los tres que afectan a la mujer -ovarios, útero y cérvix- con la mayor tasa de mortalidad.
Los resultados de la indagación revelan que quienes recibieron quimioterapia más Bevacizumab seguido del antiangiogénico en solitario redujeron un 52% el riesgo de progresión de su enfermedad frente a las tratadas únicamente con quimioterapia.
Con éste, son ya tres los ensayos clínicos fase III que se suman a la evidencia científica con Bevacizumab y refuerzan su potencial como tratamiento en un tumor como el cáncer de ovario en el que "no se han producido avances significativos en más de una década", según ha recalcado González.
Poveda ha indicado que, para entender mejor la aportación del esquema probado en este estudio, conviene tener en cuenta la evolución habitual de estas pacientes.
En España se diagnostican unos 3.000 nuevos casos al año y en ese momento la mayoría de ellas (80%) ya tiene la enfermedad en fase avanzada, es decir, con zonas afectadas más allá del ovario.
Para este porcentaje, el tratamiento estándar consiste en una combinación de una cirugía, que los expertos denominan de máximo esfuerzo -definida así por tratar de eliminar toda la enfermedad visible que se pueda-, combinada con quimioterapia, que busca evitar posibles recaídas.
Con esta estrategia combinada de cirugía y quimioterapia, se consigue que el 80-85% de pacientes queden libres de enfermedad. "Sin embargo, a pesar de que conseguimos eliminar completamente el cáncer, luego la mayoría recae", ha apuntado el fundador del GEICO.
Dicho de otro modo, al cabo de cinco años sólo el 20% no experimentó una recaída mientras que el 80% restante sería candidato a un tratamiento de rescate. "Ellas son las que podrían beneficiarse de los buenos resultados que ha mostrado Bevacizumab", ha concluido el doctor González. EFE
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