La OMS estima que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% en la última década.
La depresión es una carga que somete a nuestro país y al mundo. Al año, más de 1 millón 700 mil peruanos presentan síntomas depresivos, según estadísticas del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado- Hideyo Noguchi. De acuerdo con las cifras, una de cada 20 personas mayores de 15 años se deprime cada año.
Definido como un trastorno del estado de ánimo y caracterizado por sentimientos de tristeza profunda e infelicidad, esta enfermedad, diagnosticada a tiempo y con tratamiento farmacológico y psicoterapéutico, pude ser revertida. La OMS estima que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% en la última década.
Humberto Castillo Martell, psiquiatra y exdirector general del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, comenta que la depresión es un problema de salud pública.
La depresión no es una respuesta inmediata a algo que sucede ahora, sino que tiene que ver con etapas pasadas de la vida. La depresión no discrimina. No depende de la edad ni del género: tanto mujeres y hombres, niños, jóvenes y ancianos podrían verse ser afectados.
El especialista comenta que se diferencia de la ansiedad, las fobias, los ataques de pánico, los comportamientos obsesivos- compulsivos, el estrés postraumático; aunque estos pueden presentar síntomas similares. Entre los principales síntomas de este trastorno destaca la fatiga y el sentimiento de inutilidad.
Existen factores predisponentes, como la condición genética o de personalidad, pero también el consumo de marihuana. Castillo explica que la detección temprana es importante.
Pese a que es importante su tratamiento, muchos suelen minimizan la importancia de esta enfermedad en el sufriente. Otros lo confunden con simples duelos por pérdida o estados de ánimo transitorios. Para otras personas es solo una debilidad de carácter.
Si no se trata, la depresión se vuelve crónica, generando deterioro en ámbitos social, laboral y cognitivo, como problemas de atención, concentración y memoria llegando hasta el suicidio.
El Trastorno Depresivo Mayor, versión crónica del mal, puede manifestarse tras semanas de una tristeza prolongada por problemas en alguno de los cuatro pilares del equilibrio emocional de una persona: la familia, la pareja, los amigos y la carrera profesional.
La depresión es la principal causa de discapacidad. De acuerdo con la OMS, el 4% de la población mundial vive con depresión. El trastorno es 1.5 más común en mujeres que hombres.
Según comentó el especialista, el diagnóstico de la depresión puede ser dada por un médico de medicina general o un internista, quien mediante una entrevista con el paciente y la observación directa puede establecer un cuadro depresivo. Las consecuencias de la depresión van desde el daño neuronal hasta la muerte a causa del suicidio.
Edades. La depresión puede afectar incluso a un recién nacido. Recordemos que un bebé es muy vulnerable, y durante la primera etapa de la vida puede generarse un falla en la adaptación. La depresión anaclítica, se da durante el primer año de vida. Se puede dar en bebés alejados de sus padres y que no son atendidos cuando lloran durante largos periodos.
Al darse cuenta que nadie les hace caso, guardan energía y se ponen en etapa de espera, bajan su nivel de funcionamiento y luego, si no son atendidos, pueden entrar en fase depresiva, llevándolos a un fallo en su sistema biológico que termina en la muerte del bebé.
En niños de edad escolar, se les puede ver con angustia de tipo conductual, visto en niños que no quieren asistir al colegio, ni quieren separarse de sus padres. En los adolescentes pueden verse signos de tristeza y frustración, como actos autoagresivos, que pueden conducir al suicidio.
Si bien “a veces el llanto hace más beneficio que la risa”, como decía el dramaturgo español Pedro Muñoz Seca, un cuadro de tristeza prolongada no lo es. Cuide sus sentimientos y aleje a la depresión de su vida.
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